El Rayo Vallecano perdió ante el Cádiz y se queda en el último escalón de la Segunda División, complicándose la vida de manera casi definitiva. Los vallecanos jugaron muy mal la primera mitad ante un Cádiz que pudo sentenciarles en los primeros cuarenta y cinco minutos.
El director general del Rayo Vallecano, Luis Yáñez, compareció hoy en rueda de prensa para explicar su punto de vista sobre los sucesos del pasado fin de semana ante el Reus.
El Rayo Vallecano ha llegado a un acuerdo con Betis y Zozulya para dar por finalizada su relación contractual de cesión al club de Vallecas. Un escueto comunicado sirvió como cierre de una operación que ha provocado un sinfín de comentarios y situaciones anómalas.
Los diecisiete seguidores del Rayo Vallecano expulsados del Estadio de Vallecas el pasado fin de semana podrían ser multados con 1.000 euros y un mes de prohibición a los recintos deportivos por alterar "gravemente el orden al proferir graves insultos" en la zona de palco.
La Plataforma ADRV emitió hoy un comunicado solicitando "cordura" para evitar que los aficionados que fueron expulsados el pasado fin de semana del Estadio de Vallecas reciban multas de la Comisión de Antiviolencia.
"En Vallecas, la superstición también tiene su parte de protagonismo". Ayer vivimos un momento inigualable... el ajo de Míchel.
La enésima promoción de entradas para acompañante en Vallecas cuando las cosas no marchan bien dejó una afluencia de 7.780 espectadores, lejos de los 10.000 abonados que supuestamente tiene el club vallecano.
Míchel afirmó en la rueda de prensa posterior al empate del Rayo ante el Reus que "confío mucho en que vamos a ganar y a marcar goles". Además, dijo que se sentía "muy feliz" por su estreno como primer entrenador del club vallecano.
Luis Yáñez protagonizó una acalorada discusión con un aficionado que pidió con una bufanda la marcha de Presa. El director general del Rayo afirmó que le llamó "fascista de mierda" cuando le indicó que estaba molestando a otros aficionados. Lamentable espectáculo en el palco.
El Rayo Vallecano no despierta y, pese al cambio de intenciones con el balón en los pies, sigue sumido en una crisis de resultados que le mantiene en zona de peligro. El entorno sigue desquiciado, llevando al club a una situación de total descontrol.