Hoy Vallecas volvió a vivir uno de los momentos más lamentables de su dilatada historia. El ambiente de crispación que se vive en el entorno del club, con el presidente Martín Presa y su junta directiva en el punto de mira, llevó a una situación extrema durante la disputa del encuentro entre el Rayo Vallecano y el Reus. Aprovechando la promoción de entradas a precio reducido del club, varias decenas de seguidores vallecanos cambiaron su ubicación en el estadio y se situaron en las localidades más cercanas al palco ocupado por el presidente del club vallecano. Sus protestas derivaron en ciertos momentos de tensión, que finalizaron con varios aficionados expulsados e identificados y con un duro enfrentamiento entre Luis Yáñez, director general del club, y un aficionado. El dirigente franjirrojo entró en una acalorada discusión con el socio, tomó su móvil y grabó una secuencia en la que, supuestamente, este le había llamado "fascista de mierda". En ese momento, Yáñez, perdiendo totalmente los papeles y la compostura que siempre se espera de un directivo de un club de fútbol, se levantó, discutió con la grada, habló con los responsables de seguridad y finalmente volvió a su sitio. Junto a él se sentó posteriormente el director deportivo, Ramón Planes, con el que también intercambió algunas frases, ante la mirada del presidente, Martín Presa, y el vicepresidente, Jose María Sardá, que en ningún momento hicieron nada por sacar a su compañero del 'jardín' en el que se había metido.
Esta fue la secuencia completa del momento: