Vuelves a Vallecas, hace poco tiempo que abandonaste el equipo y, si al final puedes viajar, será un momento muy especial para ti.

Ojalá pueda tener la oportunidad de viajar. Es cierto que para mí no es un partido más, es un partido muy especial, un equipo que me ha dado mucho, un estadio en el que tengo recuerdos magníficos, una afición que siempre me ha tratado con mucho cariño y la verdad es que es un partido que desde que salió el calendario está marcado con una equis, porque siempre es bonito volver a los sitios donde has vivido cosas tan buenas y te han tratado tan bien.

Decías que Vallecas era, después de Gijón, tu segunda casa.

Así es. Gijón me forjó y me formó como futbolista y como persona, desde la infancia hasta el primer equipo y fue donde me dieron la oportunidad de jugar en el fútbol profesional. Hasta que llegué al Rayo no volví a sentir esa sensación de equipo, de club, de que la gente te quiere y te transmite muchos valores. No solo en lo futbolístico, porque también me sentí muy identificado con el club y con todos los trabajadores que había, con la humildad del barrio, con todo. Siempre comenté que era como mi segunda casa, porque cuando te tratan tan bien es fácil estar a gusto.

Y ahora viviendo una etapa diferente, en un club grande, con una gran historia, con una afición muy exigente, ¿qué tal te va todo por Valencia?

Muy contento. El Rayo me dio la oportunidad de dar el salto a un club grande como el Valencia y desde que llegas el primer día te das cuenta de que es un club grande de verdad, con todo lo que implica en cuanto a afición y exigencia, pero también con todos los medios de los que disponemos los futbolistas. Se nota que es un club grande. En lo futbolístico, empezamos la temporada sin continuidad en cuanto a juego y resultados, algo que nos lastró bastante durante la primera vuelta, y ahora parece que estamos encontrando la línea de lo que debe ser el Valencia, un equipo rocoso, exigente y que, si actuamos con intensidad, hemos demostrado que podemos plantarle cara a cualquiera. En el plano personal me encuentro muy bien porque, salvo algunos partidos que dejé de actuar, estoy teniendo la suerte de jugar prácticamente todo. Era consciente que iba ser más difícil tener la continuidad que tuve en los años anteriores y con esa idea venía, pero en el plano personal me están saliendo las cosas muy bien y, además, a nivel personal fuera del fútbol me encuentro en una buena etapa de mi vida. No tengo ninguna queja.

La mala fortuna ha hecho que precisamente en el partido anterior a tu llegada a Vallecas te hayas lesionado, ¿cómo te encuentras?

El otro día frente al Granada noté un pinchazo en el aductor y me asusté, porque no suelo ser un jugador que tenga muchos problemas musculares y cuando uno me hace perderme algún entrenamiento es síntoma de que algo no está bien. Afortunadamente en las pruebas se vio que no había rotura, hay una contractura fuerte y en función de las próximas veinticuatro o cuarenta y ocho horas veremos si al final puedo viajar. Espero que sí, estoy haciendo todos los esfuerzos para que el equipo pueda disponer de mí y poder viajar a Vallecas y tengo esperanzas de poder, pero los plazos los marcará el músculo.

Gracias a la Liga tendrás unas cuantas horas más para recuperarte, menuda la que se ha montado con el cambio de hora del partido.

Habrá unas horas más. Fue un poco extraño el cambio de horario y sé que había algunos aficionados del Valencia que querían ir al partido y se les truncaron los planes. No sentó bien en el club ni a la afición, porque mucha gente tenía planificado el viaje para ir a Vallecas a disfrutar del partido y ahora no podrán ir.

El Rayo lo está pasando mal este año, pero sigue teniendo a su afición, que no sé si verías cómo les despidió el pasado domingo.

Estoy al día de lo que está pasando en Vallecas, en el entorno del Rayo, y es cierto que es una temporada difícil. Se podía prever de antemano, que es muy difícil hacer un equipo nuevo cada año y que todos los años salga, no bien, sino excelente. Este año está costando un poco más. El equipo, durante la primera vuelta, ha tenido mucha mala suerte con las lesiones y parecía que cuando se lesionaban interiores, se lesionaban todos, cuando eran centrales, todos a la vez, y no hubo continuidad para encontrar un equipo base, algo que lastró la primera vuelta. Ahora es cierto que están en una situación comprometida y que no solo dependen de sí mismos, sino de mirar también a otros equipos, pero creo que los de arriba tampoco están sumando demasiado y están a tiempo de salir de esa situación complicada. Confío muchísimo en el cuerpo técnico, porque sé lo que es capaz de generar en el futbolista y confío en esa afición que, como tú bien decías, vi que los jugadores tuvieron que volver a salir al campo para aplaudir y agradecer. Eso al que sea de fuera y no haya jugado nunca allí, le podrá sorprender, pero a mí no me sorprende y sé que la afición va a estar hasta el último minuto del último partido, como sucedió contra el Granada hace dos años. Mi deseo es que el Valencia haga una temporada muy buena y que el Rayo se salve.

Recogiendo ese guante, ¿ves al Valencia en Europa y al Rayo en Primera División el año que viene?

Ojalá. Mis deseos son esos y que el Sporting suba a Primera también. Creo que es posible, porque nosotros estamos en una buena línea y, aunque los puestos de Champions están muy difíciles y a muchos puntos, al abrirse la séptima plaza para la Europa League, el Valencia tiene que estar en puestos europeos. También tenemos la Europa League de este año, que nos ilusiona mucho a todos llegar a las rondas finales. En cuanto al Rayo, mi deseo es que se quede en Primera, que la afición y el barrio puedan seguir disfrutando de la Primera División un año más y que a finales de mayo pueda celebrar tanto lo del Valencia como lo del Rayo y lo del Sporting.