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COLUMNA DE OPINIÓN. Abonos

La realidad de Vallecas vuelve a atropellar al Rayo

La renovación de los abonos para la próxima temporada se ha convertido en los dos primeros días en un nuevo calvario para el Rayo Vallecano

Escrito por Jueves, 19 Julio 2018

    Opinión. "Retornar a Primera División no es sólo sinónimo de más ingresos, por lógica debería significar también más gastos y no me refiero a mejores fichajes futbolísticamente hablando, que también".

    Opinión. ¿Llegará un día en el que algo que haga el Rayo Vallecano, y que tenga influencia directa sobre su afición, no termine implicando un cabreo monumental de la gente? ¿Llegará un momento en el que la gran mayoría aplauda una idea, una propuesta, una acción o una reacción que tenga algo que ver con la afición del Rayo? Cada vez que me hago estas preguntas, la respuesta es la misma: Im-po-si-ble.

    No se puede ser menos precavido, previsor y con menor visión comercial y de negocio que el actual Rayo Vallecano. Contratos de personal sin firmar, retraso en la presentación de las nuevas equipaciones o ser el último club de la categoría en lanzar la "campaña" de abonos, son algunos ejemplos que ratifican la afirmación anterior, pero solo algunos. Y todo esto con una afición fiel, increíblemente fiel, que es incapaz de dar la espalda a su escudo, a su franja, a su barrio y a su vida. Quizá se aprovechen de eso, bueno, quizá no, seguro que se aprovechan de eso.

    Lo ocurrido ayer fue achacable a la mejor liga del mundo, a la que le fallaron los sistemas informáticos provocando que el primer día de renovación fuera un auténtico fiasco. Eso puede pasar y La Liga debe asumir su error y pensar en toda esa gente que hizo cola durante horas para nada. Pero lo de hoy, las colas de hoy, la indignación de hoy es únicamente achacable a quien, en su perfecto derecho a manejar las cosas como le venga en gana, aunque lo cuestionemos es así, no es capaz de prever que la afición del Rayo se vaya a volcar para renovar sus abonos, colapsando totalmente el trabajo de los escasos recursos humanos puestos a disposición de una hinchada necesitada de gestos que demuestren que el Rayo es un gran club. Otra vez les pilló el toro, otra vez atropellados por la realidad de Vallecas.

    Retornar a Primera División no es sólo sinónimo de más ingresos, por lógica debería significar también más gastos y no me refiero a mejores fichajes futbolísticamente hablando, que también. El Rayo debería haber crecido, mejorado y, si me permitís la expresión, debería haber engordado para convertirse en un auténtico mastodonte. Nada de eso ha ocurrido. Todo pasa por el mismo sitio y así es absolutamente imposible. Lo que debería funcionar como un reloj lo hace a marchas forzadas, con retrasos, indignación, enfado y pérdida de credibilidad, si en algún momento se tuvo alguna.

    No es de recibo que el club, en su retorno a Primera División, no refuerce el trabajo de los responsables de las taquillas. Primero, por respeto a estos grandes profesionales que se desviven en el día a día por facilitar a los aficionados cualquier cuestión relacionada con sus abonos, entradas o lo que sea menester. Y segundo, por respeto a sus seguidores, deseosos, a tenor de las imágenes que hemos visto estos dos días, de conseguir su abono para la próxima temporada. Un club con una estructura moderna, con unas condiciones mínimas de interacción con su afición, debería estar a la altura de la demanda de su propia gente y este Rayo dista mucho de acercarse a esto. Las estructuras internas del club son casi inexistentes y los cambios imposibles de llevarse a cabo. Salta a la vista.

    ¿Cómo es posible que en todos estos años al frente del club todavía no se haya entendido nada de esto? No puede ser que cada año pase lo mismo, que siempre haya 'movidas' con los abonos, que casi siempre lleguemos tarde, mal o nunca y que la gente tenga que perder horas o incluso días de su vida para renovar 'in-situ' su abono. Ya sé que habrá quien me diga que siempre queda la opción on-line. ¿No es esa una manera de echar balones fuera? La opción existe, la experiencia demuestra que mucha gente no la usa, por la razón que sea, y yendo un poco más allá, si haces una pequeña inversión en personal y, al final, te pasas de previsor, tampoco creo que sea tan grave. Más vale prevenir que curar. Más vale prevenir que aguantar las críticas, los lamentos, los enfados y tener al personal (interno y externo) 'hasta el gorro' de tu falta de visión. Urge una reflexión profunda sobre el 'no crecimiento' del club y sus causas, o quizá debería decir, su causa.

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