Míchel ha nacido y crecido en Vallecas. Míchel ha triunfado, sufrido y evolucionado en Vallecas. Míchel representa a su barrio, se identifica con su barrio y presume de su barrio. Míchel es a Vallecas, lo que Vallecas supone para el Rayo. El entrenador franjirrojo se encargó ayer por la tarde de dar el pistoletazo de salida a las fiestas de Vallecas y, con un discurso emotivo y repleto de simbolismo vallecano, se emocionó y nos emocionó a todos. Sus referencias fueron el barrio, su infancia, su familia, el Rayo, la cantera y el Femenino, a grandes rasgos.

El entrenador del Rayo arrancó expresando lo que suponía para él estar en el balcón de la Junta Municipal Puente de Vallecas. "Es un momento muy especial para mí y me siento un privilegiado de poder dar el pregón de las fiestas de mi barrio" y se zambulló en sus recuerdos. "Voy a hablar del barrio y para hacerlo voy a hablar del Rayo y de mi vida en las casas bajas de Vallecas. El Rayo y mi vida, el Rayo y Vallecas, siempre han estado unidos. He sido una persona que nació en la calle Monte Oiz, en esas casitas bajas que todo el mundo llamaba chabolas, pero que nosotros llamábamos hogar". Allí empezó a dar sus primeras "patadas", junto a sus hermanos mayores y a su grupo de amigos. "En ese barrio, en esas pequeñas casas humildes, es donde ahora está la Fuente de la Asamblea. Y es ahí donde disfrutamos de los éxitos de nuestro Rayo Vallecano. Es una coincidencia que a mí me llena de orgullo".

Míchel siguió hablando de su vida en Vallecas. “Mi juventud la pasé en Palomeras, porque que nos dieron una vivienda de protección oficial. Un piso que para nosotros era de lujo. De vivir en una chabola a vivir en un quinto piso hizo que me pasara todo el día subiendo y bajando en el ascensor", decía, mostrando esa emoción que no pudo ocultar durante todo el pregón. “Nosotros entonces, para jugar al fútbol, teníamos que ir al parque o saltarnos las vallas de los colegios cuando estaban cerrados. Jugando en los descampados que quedaban por el barrio. Ahora gracias a todos los vallecanos y a todas las asociaciones de vecinas y vecinos que han luchado por el barrio, podemos tener unas instalaciones deportivas acojonantes. Vamos a intentar mejorarlas, al igual que la Ciudad Deportiva. Espero que la dirección del Club sepa valorarla y sepa mejorarla, porque nuestra cantera es uno de los aspectos más importantes del Rayo Vallecano", lanzando uno de sus primeros mensajes.

A continuación, Míchel explicó cómo llegó al Rayo y recordó los nombres de los primeros que se acercaron a él para 'ficharle'. El entrenador franjirrojo recordó cómo jugó el Trofeo del Carmen "con una ficha falsa" y la casualidad de enfrentarse al Rayo Vallecano. “Allí había un entrenador llamado Mariano Madrid, al que le tengo un cariño especial, un gran entrenador del Rayo Vallecano que me vio jugar e intentó ficharme", pero Míchel no se presentó a las pruebas, quiso seguir jugando con sus amigos y no se preocupó de nada más. Más tarde empezaría a jugar en el Tajamar y "ahí me encontré con una de las personas que más me han ayudado deportiva y profesionalmente, José Luis Martín. Para mí José Luis reúne todos los valores que tenemos en Vallecas y en el Rayo Vallecano. Le doy las gracias por haberme enseñado tanto".

Míchel avanzó en su discurso para llegar a dos de los momentos más importantes en el Rayo. Dos temporadas que le han marcado. "Una de ellas fue cuando volví de jugar en Málaga y en Murcia, en Primera División, y volví el Rayo a jugar en Segunda B. Ahí no me encontré un equipo hundido, me encontré una barriada y una afición levantando a su equipo, y eso lo recordaré siempre. Otro momento importante fue el año en que tuvimos problemas económicos que podían acarrear la desaparición del Rayo. La lucha de la afición, la unión, el compromiso y el sentimiento de pertenencia de todo Vallecas y de todos los aficionados del Rayo Vallecano, hicieron posible no sólo que evitáramos que desapareciera, sino que además se consiguió que subiéramos a Primera División".

Por último, Míchel también quiso hacer otro guiño, en este caso al Rayo Femenino. "Todos los vallecanos, todos los rayistas, tenemos que luchar por la igualdad de género. Todas nuestras mujeres se merecen la igualdad y todos la necesitamos", aunque antes quiso volver al plano personal. “Quiero recordar a tres personas, que son mi abuela María, porque me cuidaba cuando mi madre trabajaba en la frutería y volvía tarde. Aunque era vallecana de adopción, vino de Murcia y aquí se quedó toda la vida. Mi madre, vallecana de nacimiento, me ha enseñado a ser humilde, pero con dos cojones. Y a mi mujer, que está aquí detrás; juntos hemos formado una gran familia y estoy muy feliz por eso”. Ahora sí, llegó el turno para apoyar al Rayo Femenino. “Quiero recordar, hablando de mujeres, al Rayo Femenino, a todas las chicas del Rayo, los éxitos que han conseguido, que han llevado al equipo a lo más alto en la Liga, en la Copa y por Europa”. Así empiezan una fiestas, con sentimiento, orgullo y mucho rayismo.