El Rayo Vallecano tuvo que esperar hasta el minuto 85 para finiquitar un partido en el que fue mejor en todo a su rival, pero en el que tuvo que sufrir para lograr tres merecidos puntos. Los vallecanos llegaban a Albacete, donde estuvieron arropados por un gran número de seguidores que les llevaron en volandas, con la idea de seguir liderando la competición y hacerlo siempre desde el compromiso con un estilo de juego y con un trabajo y predisposición que de costumbre suelen dar buenos resultados. Así, con la única variación del regreso de Comesaña al once en detrimento del portugués Bebé, los de Míchel ofrecieron un partido en el que de nuevo regresaron a la zona de las luces, tras algún partido en el que las sombras lideraron el camino de los nuevos líderes en solitario (a la espera de lo que haga el Sporting de Gijón y antes del partido aplazado del Huesca ante el rival de esta tarde).

El Albacete, que pareció arrancar el choque sin ningún tipo de complejo ante el Rayo, rápidamente demostró que su empuje quedaba en nada ante la mayor calidad, la presión, la disposición táctica y el ataque continuo de un Rayo muy superior en todas sus líneas. Los locales, que contaban en el once inicial con la presencia del ex-rayista Susaeta, dejaron en el banquillo a su 'hombre-referencia' ofensivo, el ucraniano Zozulya, tristemente famoso por su 'affaire' en el fichaje de la temporada pasada en Vallecas. Sin él, los albaceteños lo confiaron todo a la insistencia de Bela ante Abdoulaye y a poco más, porque rápidamente quedaron en evidencia ante un Rayo serio, bien plantado, con las ideas muy claras y con infinidad de opciones para superar a su rival.

El empuje inicial de los manchegos, bajo la lluvia que caía con insistencia en el Carlos Belmonte, apenas les duraría un cuarto de hora, el tiempo que necesitó el Rayo para asentarse en el terreno de juego y empezar a combinar. Hasta ese momento, el Albacete se había limitado a probar fortuna desde lejos, pero sin inquietar a Alberto. El conjunto vallecano, por su parte, avisó con un disparo al poste de Raúl de Tomás que, tras superar a Tomeu en su salida, remató a puerta vacía encontrándose con la base del palo derecho de su portería. Ahí empezó el despliegue vallecano y el calvario manchego. La tuvo Baiano con un remate que detuvo Tomeu, el mejor de los locales, y también Embarba, que no llegó por poco a un centro de Raúl de Tomás. El Rayo tenía el dominio y el control del balón en un partido que ya se había volcado a favor de los vallecanos. Aun así, Bela tendría una buena oportunidad, pero su remate ante Alberto no encontró portería.

A la media hora, el fútbol de uno y otro ya era más que evidente. El Albacete se limitaba a los envíos largos, nada de construcción, saltar líneas y llegar directo a puerta. Su fútbol no daba para mucho más, imposible superar las líneas de presión del Rayo por abajo, su solución era muy simple y previsible. Por su parte, el cuadro franjirrojo seguía a lo suyo, combinación, desborde, centro y remate. Embarba ofreció un buen pase a De Tomás, pero se anticiparía Gorosito para evitar el remate del ariete. Luego fue Embarba el que no llegó a un remate en semifallo de Alex Moreno y el que pondría un centro medido que no culminó Abdoulaye por poco. Por último, sería De Tomás el que cerraría la primera mitad con una volea que detendría Tomeu abajo.

El Rayo había sido muy superior a un Albacete que había buscado una alternativa muy facilona a su falta de fútbol: el juego directo. Tras la reanudación el partido siguió por el mismo camino. De Tomás veía cómo se le anulaba un gol por fuera de juego y Abdoulaye no llegaba a rematar por centímetros un buen envío de Alex Moreno. Todo seguía igual, el Rayo mandaba y el Albacete se limitaba a defender y a buscar con inocencia las inmediaciones del área de un Alberto que vivía con tranquilidad el choque.

Viendo cómo marchaban las cosas, el técnico local decidió que algo había que cambiar y ese "algo" tenía nombre propio: Zozulya. La entrada del delantero reavivó la chispa del Albacete, aunque seguirían siendo los rayistas los que generarían las ocasiones más claras. Embarba cruzó demasiado un remate en posición clara ante Tomeu tras un gran pase de De Tomás, acción contestada en el otro área por Zozulya con un cabezazo que detenía Alberto y con una caída del propio delantero ucraniano ante Abdoulaye que sería protestada por los locales como penalti.

La entrada de Bebé y el desgaste defensivo del Albacete volvieron a llevar el choque a su sitio natural. El juego volvió a volcarse hacia la zona defensiva del Albacete, que nada pudo hacer para evitar el 0-1 a falta de cinco minutos para la conclusión. Un gran pase interior de Bebé habilitó a Raúl de Tomás que, solo ante Tomeu, estrelló el balón en el cuerpo del cancerbero con tan buena fortuna que su despeje encontró en su trayectoria la pierna del delantero para subir el gol que hacía justicia a lo visto en los noventa minutos. El Rayo se ponía más líder (con el punto ya lo conseguía) y defendía el tramo final del partido dando entrada a Velázquez por De Tomás para cerrar más aún cualquier opción local de lograr el empate. De Tomás sigue con su racha goleadora y el Rayo con sus opciones de finalizar el campeonato entre los dos primeros de la tabla. Grande Rayo y enorme su afición, totalmente protagonista durante los noventa minutos.