El Rayo Vallecano 'rascó' un punto en su visita al Real Valladolid en un partido que quedó marcado a falta de veinte minutos para el final por la expulsión de Emiliano Velázquez. Los franjirrojos, que repitieron alineación, fueron superiores en la primera mitad, pero terminaron pidiendo la hora al final.

Míchel consideró que el mejor premio a la regularidad era seguir contando con los mismos once jugadores que la pasada semana lograron tres puntos en Vallecas y, ante el Valladolid, pidió a sus hombres que estuvieran a la altura de las circunstancias para lograr una victoria vital en su intención de recortar distancias con el líder y meter más tierra de por medio con sus perseguidores. Así arrancó el choque, con un Rayo enchufado y con un Valladolid a merced del dominio y el control de juego de los franjirrojos. El conjunto local buscaba las contras, se veía dominado y buscaba inquietar con sus rápidas salidas. Aun así, sería Raúl de Tomás el que empezaría a dar los primeros avisos del choque. Un lanzamiento de falta que pasó junto al poste (minuto 8) sería el primer acercamiento con peligro de los vallecanos, que se vieron espectacularmente arropados por los 700 seguidores vallecanos desplazados hasta el José Zorrilla.

Superado el primer cuarto de hora sería de nuevo De Tomás el que probaría fortuna con un remate que tuvo que detener Masip en dos tiempos. El Rayo seguía siendo superior a su rival, presionaba muy arriba, con hasta cinco hombres en campo contrario para impedir la salida cómoda del balón. Solo faltaba el gol.

Tras la primera media hora de juego, el Valladolid pareció quitarse de encima el agobio por mayor dominio de balón franjirrojo y buscó algo más la zona de ataque. Mata, el hombre más peligroso de los vallisoletanos, superaba en velocidad a la defensa y remataba obligando a Alberto a detener en dos tiempos, Pero el Rayo no se iba a arrugar y de nuevo De Tomás tuvo la suya en el minuto 37. Gran llegada de Comesaña por la derecha, centro al área que dejaba pasar muy inteligente Trejo y que finalmente remataba De Tomás junto al palo. El Rayo volvía a desperdiciar una clara ocasión de gol antes del descanso. Pero no sería la última, un gol anulado a De Tomás por fuera de juego tras remate al palo de Embarba y un disparo de Velázquez que se marchó alto, provocaba los silbidos de la parroquia local, que veía cómo los suyos se hundían ante la presencia de un Rayo muy superior.

Nada más empezar la segunda parte comenzó el 'recital' de Velázquez. Una mala salida del balón por parte de Baiano sería culminada por el uruguayo con un penalti que además le supuso la cartulina amarilla por reiterar sus protestas. El gol anotado por Mata ponía al Rayo por debajo en el marcador y obligaba a los de Vallecas a dar un más allá en su lucha por sumar en Valladolid.

En el 49 De Tomás obligó a Masip a realizar la parada de la tarde. El remate de cabeza del delantero se topó con una gran intervención del meta local, que envió a córner.  El Rayo lo intentaba, buscando devolver las tablas al marcador. Y lo lograría en el minuto 53. Un pase al punto de penalti por donde transitaba De Tomás finalizaría con la caída del delantero y con un nuevo penalti anotado por el propio ariete madrileño. De Tomás ponía las cosas en su sitio y se ahorraba la celebración, a pesar de haber recibido pitos cada vez que tocaba el balón. Su elegancia superó a la de la afición vallisoletana que le abucheó durante prácticamente todo el partido.

Unai pudo culminar una vertiginosa contra en una fase del partido en la que las fuerzas se igualaron y en la que Mata continuó siendo el 'azote' de la zaga de Vallecas. El partido estaba nivelado, pero se desniveló en la siguiente acción. Velázquez cortó una contra en el centro del campo y su falta le costó la segunda amarilla y dejar al equipo con diez para los veinte minutos que quedaban por disputarse.

A partir de ese momento al Rayo solo le quedó defender y defender. Los de Míchel se parapetaron en torno al área de Alberto, defendieron con todo durante los veinte minutos finales y los seis de añadido y sufrieron para mantener el marcador. Los locales pidieron penalti por caída de Gianniotas, que se había incorporado en la segunda mitad, mientras el Rayo recomponía el equipo dando entrada a Amaya y sacando a Trejo. Luego se incorporaría Elustondo para dotar de más 'músculo' a la zona medular. También había entrado Armenteros antes del empate, aunque el argentino sigue sin estar al nivel que se espera en Vallecas.

El empuje del Valladolid hizo sufrir a un Rayo ultradefensivo que se olvidó de atacar y se limitó a defender un punto de los que al final de año pueden decidir un ascenso. Justo reparto de puntos en un partido con diversas fases, que quedó marcado por la expulsión de Velázquez.