Levante y Rayo Vallecano medirán sus cualidades en un partido al que ambos llegan tras sumar su primera victoria de la temporada, aunque con caminos, proyectos y propuestas muy distantes. La renovación de los rayistas contrasta con la línea continuista de un Levante cuyo objetivo es similar al del Rayo: no pasar apuros para, a partir de ahí, crecer en busca de límites que parecen no estar a su alcance, a priori.

El Levante, con la marcha de Caparrós perdió a uno de sus mayores referentes, pero lo supo cubrir con Mendilibar, un hombre que puede mantener la línea de trabajo y apuesta futbolística de su predecesor, si los resultados y la paciencia se lo permiten.

Los granotas, tras la salida de Keylor Navas al Real Madrid dieron una vuelta a su portería incorporando a Jesús Fernández, llegado del propio club blanco, y a Mariño, que tuvo que pelear la titularidad en el Valladolid durante la temporada anterior. Junto a ellos, las incorporaciones de Gavilán, procedente del Getafe y baja para el partido de mañana por decisión de su técnico, Morales, fichado del Eibar, Víctor Pérez, procedente del Valladolid y Martins, goleador brasileño llegado desde el Vitoria de Setúbal (Portugal), completan una mínima nómina de caras nuevas con las que el proyecto levantinista espera seguir subsistiendo en Primera División.

La veteranía, con la plantilla más longeva de la categoría, es una de las claves del Levante y su auténtica seña de identidad. Con un año más a sus espaldas, la defensa del conjunto valenciano es su línea más consistente y en la que basan la estructura desde la que crecer. El centro del campo, con mucha experiencia también, puede presumir de músculo y contundencia, mientras que la delantera es, de momento, el talón de Aquiles de un equipo que ha sumado cuatro puntos con un solo gol a favor. Un empate sin goles ante el Málaga en La Rosaleda y su victoria de la pasada jornada en Los Cármenes (Granada) gracias al gol de Rubén García, han supuesto un premio 'extra' para un equipo que no quiere empezar la liga con agobios que marquen el resto de su devenir por la competición.

Con respeto ante la llegada del Rayo Vallecano, máxime tras su éxito ante el Athletic, pero con la confianza que reporta el haber sumado una victoria y la creencia de enfrentarse a un rival de los que deben luchar por lograr sus mismos objetivos, los de Mendilibar afrontan el choque confiando en sus opciones de victoria.

Benditos problemas para Paco Jémez a la hora de completar su once

Que el Rayo pueda prescindir sin titubeos de Pozuelo, Lass o Alex Moreno en una convocatoria o que deje fuera del once a Aquino, Tito o Abdoulaye, es algo que, en principio, no le corresponde a un equipo con las supuestas limitaciones del cuadro vallecano. En cualquier otra circunstancia, la inesperada lesión de Cristian Alvarez sería considerada casi como un drama, pero la recuperación de Cobeño y la aparición de Toño dejan un poso de tranquilidad que supera las expectativas. Jémez tiene un 'marrón' en algunos puestos, aunque dice estar encantado con la presión que supone tener que dejar fuera del once al mejor jugador de las primeras jornadas, el mexicano Aquino, circunstancia que aporta un alto grado de singularidad al proyecto de esta temporada.

Así es el nuevo Rayo Vallecano. Ese que fue capaz de tutear y zarandear al actual campeón de liga, el mismo que tuvo ganado al Dépor y mereció mucho más que el Elche, y el que tuvo contra las cuerdas, tras un sublime primer período, a todo un Villarreal con aires de grandeza europea. Culminar su buen arranque liguero, a nivel de fútbol, derrotando al Athletic, abre las puertas a la esperanza. Las dudas generadas por los resultados pueden quedar totalmente aparcadas si los de Jémez son capaces de 'enchufarse' en el Ciutat de Valencia y de hacerlo durante noventa minutos. A partir de ahí, todo puede pasar.

Ver a Kakuta demostrando su calidad, a Alberto Bueno reivindicándose partido a partido, a Leo apretando en cada zancada o a Licá peleando todos los balones como si fueran los últimos de su vida, no tiene precio. Si a eso, el conjunto franjirrojo suma el toque de Trashorras, el trabajo de Baena y la consistencia defensiva, con el regreso de Tito al lateral derecho, el Rayo podría regresar a Vallecas con un botín que le haga respirar tranquilo y le permita coger el impulso necesario para hacer soñar a los suyos.

Jémez ya avisó en la previa que la clave estará en la mentalidad de sus jugadores y, con la lección del Madrigal como ejemplo, hará crecer a su equipo en torno a su idea principal: dominio, posesión, velocidad y remate. La valentía de su equipo, con mentalidad ganadora, harán el resto.