"Oh Larrivey, oh Larrivey, todos queremos que marque Larrivey". Este es el novedoso grito de guerra de la afición de Vallecas. Joaquin Larrivey llegó a España sin hacer ruido, sin la fama que precedía a su compatriota 'Chori' Domínguez, pero con la misma ilusión y humildad que su antecesor en la punta de ataque del Rayo Vallecano.

El nuevo ídolo de la afición de Vallecas, aclamado tras su gol ante el Valencia, acosado y agobiado por las cámaras y los micrófonos en la zona mixta, ha vivido buenos y malos momentos desde su llegada al equipo de la franja roja. Sin tener un sitio propio, entrando y saliendo del equipo, ahora marcando, después yéndose de vacío, "Batigol", como se le conoce en Argentina, no ha desesperado y ha seguido trabajando para demostrar a Paco Jémez que, cuando necesite un delantero centro, ése es él.

Un balón llegado desde la banda izquierda del ataque del Rayo para encumbrarle

Tuvo que ser un recién llegado, el rumano Razvan Rat, quien le proporcionara el balón idóneo para su lucimiento y su idilio con la grada del Estadio de Vallecas. El nuevo jugador del Rayo puso su envío en el segundo palo, donde esperaba Larrivey preparado para rematar. Otro remate a gol de cabeza, una vez más de cabeza. El delantero centro del Rayo superó a Juan Bernat que, circunstancialmente, le defendía, para batir a un Diego Alves que nada pudo hacer para detener su remate. Larrivey salvaba momentaneamente al Rayo, Larrivey marcaba el gol de la victoria y, de paso, se convertía en el nuevo ídolo de masas de Vallecas.

"La canción me nombra específicamente a mí, pero es el reconocimiento a todo el equipo", decía, 'tirando' nuevamente del manual de humildad que intenta llevar por bandera en sus comparecencias públicas. "Lo importante es que el equipo logró la victoria" y "que la afición siga creyendo en nosotros, porque vamos a luchar hasta el final", eran sus posteriores mensajes, mientras escuchaba de fondo su nombre en los gritos de una afición de Vallecas que ha encontrado en Larrivey ese referente que parecía no tener en la actual plantilla. "¿Me pongo aquí? Esto parece los 'Oscars'", bromeaba.

Su objetivo pasa por salvar la categoría con el Rayo y permanecer en el equipo de Vallecas, porque "Batigol" Larrivey ha encontrado ese sitio en el que es feliz, un lugar donde se aplaude su fútbol y un lugar en el que triunfar después de viajar de Argentina a Italia, y viceversa, durante varios años, y tras su paso por México. Larrivey es feliz en España, es feliz en Vallecas, es feliz en el Rayo y, de momento, la felicidad es mutua.