El parte médico del Rayo Vallecano incluye dos jugadores con lesiones de larga duración, que actualmente siguen dentro de los plazos marcados, un tercero, que se encuentra en el ecuador de su recuperación y otros tres jugadores con evoluciones favorables.

Jonathan Viera, que sufrió molestias musculares durante el transcurso del último encuentro liguero ante el Levante U.D. en el Ciutat de Valencia, se ha mantenido al margen del grupo durante la semana, pero mañana se reintegrará a los entrenamientos. En una situación similar se encuentra el valenciano Rochina. Tras dos días de evolución favorable por molestias musculares, mañana también entrenará con el resto de compañeros con la idea de poder estar disponible para Paco Jémez en el trascendental encuentro ante el Málaga del próximo sábado.

Gálvez, cuyo proceso de recuperación se estimó en cuatro o seis semanas, cumplirá este fin de semana la tercera y es posible que, pese a su evolución favorable, alcance las seis para que sus problemas queden definitivamente solucionados.

Por otra parte, el Rayo cuenta desde hace meses con las bajas de José Carlos y Seba Fernández. El interior andaluz, operado a finales de agosto, sigue evolucionando satisfactoriamente y actualmente estaría dentro de los plazos marcados para una lesión como la que se produjo en el inicio liguero. La rotura del ligamento cruzado tiene un período mínimo de seis meses, que en el caso del andaluz todavía no se han cumplido y que, en ningún caso, se verá acortado.

También evoluciona según lo previsto el uruguayo Seba Fernández. El jugador franjirrojo, que fue operado a principios de octubre, deberá seguir avanzando (ya hace tiempo que empezó a correr sobre el césped y últimamente le hemos visto tocando balón) para poder empezar a trabajar en los últimos meses del presente campeonato.

Capítulo aparte merece Borja López. El central cedido por el Mónaco continúa con su trabajo independiente del grupo a la espera de poder integrarse a la disciplina del equipo dirigido por Paco Jémez.