El 'caso Kakuta' sigue avanzando con el Rayo Vallecano en el epicentro de una situación que no esperaba cuando el exjugador del Chelsea, Sevilla o Deportivo decidía regresar al lugar en el que fue feliz y donde despegó de manera definitiva. Su vuelta a Vallecas no está siendo todo lo placentera que se esperaba y los acontecimientos de las últimas jornadas podrían suponer al menos una sanción para el equipo en discordia en esta situación: el Amiens francés. Los galos anunciaron en sus redes sociales en el mes de Julio que Kakuta abandonaba el club tras su cesión, para enrolarse en una aventura de cuatro años con el Rayo Vallecano. En el mensaje llegaban a afirmar "¡Te deseamos mucha suerte en tu nueva vida!", aunque varios meses después han dado un paso que pocos auguraban en aquel entonces. En declaraciones a diversos medios locales, desde el club francés se ha afirmado que Kakuta quiere regresar a Francia y que el Amiens estaría encantado de contar con sus servicios. Pero una oferta nada convincente y unas conversaciones sin destino final añaden más leña a una situación que en unos días podría llegar a ser insostenible y que ha llevado al Rayo Vallecano a plantearse la opción de denunciar el 'modus operandi' del Amiens ante los estamentos de regulación del fútbol internacional.

¿Cuánto de lícito o ilícito tiene la actuación del Amiens? Para explicar el asunto debemos acudir al Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores, que en su artículo 18.3 especifica que "un club que desee concertar un contrato con un jugador profesional debe comunicar por escrito su intención al club del jugador antes de iniciar las negociaciones con el jugador. Un jugador profesional tendrá la libertad de firmar un contrato con otro club si su contrato con el club actual ha vencido o vencerá dentro de un plazo de seis meses. Cualquier violación de esta disposición estará sujeta a las sanciones pertinentes".

De este artículo se desprenden varias cuestiones. El Amiens envió una propuesta al Rayo Vallecano solicitando la cesión gratuita del jugador y una opción de compra de un millón de euros. O, dicho de otra manera, el conjunto francés quería que el Rayo le regalara al jugador sin asumir ningún coste durante un año y después ejercer o no una compra que no cubre, ni de lejos, el coste inicial de la operación para los vallecanos. De partida, esta propuesta suena rara y lo único que parece intentar es demostrar que han contactado con el club de origen, aunque, sin haber visto el escrito concreto, parece que faltaría la parte elemental del artículo que hace referencia a "comunicar por escrito su intención antes de iniciar las negociaciones con el jugador". Estas negociaciones, además, no podrían tener ningún efecto puesto que el jugador solo podría "firmar un contrato si el actual ha vencido o vencerá en un plazo de seis meses", circunstancia que no aplica en este caso. ¿Qué provoca todo esto? El enfado y la desestabilización de un Rayo Vallecano que se siente perjudicado por la actuación del Amiens, más allá de las cuestiones internas que deban desprenderse de cara a cómo haya actuado el propio jugador.

Ante esta situación, si se demuestra que el Amiens ha negociado con Kakuta a espaldas del Rayo Vallecano, atendiendo al mencionado artículo, FIFA impondría una sanción que no queda especificada en dicho artículo. La mención de "cualquier violación de esta disposición estará sujeta a las sanciones pertinentes" deja abierta la puerta a que sea el tribunal encargado de dirimir esta cuestión, el que termine imponiendo la sanción que considere oportuna.