La única incorporación del Rayo Vallecano en el mercado de invierno, el delantero centro Miguel Guerrero, llegó a Vallecas para cubrir uno de los 'agujeros' del equipo, la falta de gol de sus delanteros. El jugador, que llegó cedido por el Nottimgham Forest, donde esta temporada había disputado 500 minutos en 11 partidos entre liga y copa, con tan solo cinco titularidades, fue convocado al encuentro ante el Tenerife y tuvo la oportunidad de disputar la última media hora.
Su debut no fue ni mucho menos el soñado. Sin influencia en el juego, primero ocupó la demarcación de '9', aunque apenas diez minutos después de su ingreso al terreno de juego, vio desplazada su posición tras el gol de Fran Sol y la entrada de Leo Ulloa. Ahí el Rayo buscó ser más directo intentando conectar con Ulloa, sin conseguirlo, mientras Guerrero pasaba totalmente desapercibido en su estreno.