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RAYO 0 - ZARAGOZA 1. Crónica

Rayo 0 - Zaragoza 1: Ni contigo ni sin ti...

Los de Jémez vieron cómo el VAR mandaba repetir un penalti detenido por Dimitrievski y luego fueron incapaces de dar la vuelta a la situación

Escrito por Sábado, 23 Noviembre 2019

    El Rayo perdió ante el Zaragoza (0-1) pese a que volvió a Vallecas la animación de su grada. Los franjirrojos sufrieron las 'inclemencias' del VAR, que mandó repetir el penalti que sirvió para la victoria maña.

    Rayo 0 - Zaragoza 1: Ni contigo ni sin ti...

    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (0): Dimitrievski (A), Tito, Saveljich, Milic (Piovaccari, minuto 66), Luna, Trejo, Joni Montiel (Andrés Martín, minuto 54), Pozo, Embarba (Advíncula, minuto 76), Alvaro y Ulloa.

    R. Zaragoza (1):Ratón, Nieto, Guitián, Grippo, Delmás, Javi Ros (A), Eguaras (A), Alex Blanco (Soro, minuto 54), Guti (A), Puado (A) (Papunashvili, minuto 77) y Luis Suárez (Lasure, minuto 87).

    Goles: 0-1. Minuto 63. Javi Ros.

    Arbitro: De la Fuente Ramos.


    RAYO VALLECANO 0 - R. ZARAGOZA 1

    Mucho ha hablado Paco Jémez de la huelga de animación, del problema social, de los perniciosos efectos para el rendimiento del equipo, de la situación institucional. Mucho ha hablado el técnico de la relación grada-palco y, de todo lo que ha dicho, una cosa es evidente: la falta de animación no es la culpable de la marcha del equipo. Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio debe pensar más de uno después de una nueva derrota en la que los ingredientes volvieron a ser los mismos: fallos en ataque, penalti en contra, incidencia directa del VAR e incapacidad para solucionar el desaguisado.

    Empezando por el principio de esta crónica de una muerte anunciada deberemos hacerlo por el origen de todo, por la grada. Hoy volvió el sonido a Vallecas, hoy volvió a brillar con luz propia la grada del vetusto estadio vallecano. Cierto es que aún se nota la falta de rodaje y el ambiente no fue de los mejores, pero ya se vislumbró lo que este estadio fue en su día y lo que ojalá dentro de poco vuelva a florecer (sin olvidar que esto es así a pesar de todo lo que se ha vivido a lo largo de esta convulsa vuelta a Segunda División).

    Futbolísticamente hablando, el Rayo de Jémez introdujo a Milic en el centro de la zaga y a Tito en un lateral, puso a Trejo como comandante al mando y mantuvo a Joni Montiel moviéndose entre líneas junto a Pozo, que volvió a ser de los destacados en el bando local. Las bandas para los de siempre, un Alvaro que hizo poco y un Embarba que hizo mucho más, pero casi todo mal, una vez más. La desesperación del jugador es evidente y lo que transmite a la gente no mejora su aportación futbolística.

    Con la idea del ataque muy clara, el Rayo quiso imponerse a un Zaragoza que llegaba a Vallecas mascullando la derrota 'in-extremis' ante el Albacete de la semana anterior. Los maños tenían las instrucciones muy claras, porque ya a nadie sorprende este tipo de fútbol. Juntarse atrás, limitar movimientos del rival y aprovechar una de las escasas ocasiones de gol para tomar ventaja, provocar la inseguridad de los franjirrojos y matar el partido.

    La primera mitad se consumió entre los intentos infructuosos del Rayo y las escasas llegadas de un Zaragoza que, pese a todo, fue capaz de enviar un balón al palo de la portería de Dimitrievski. Los vallecanos pudieron haberse adelantado con un buen remate que salvó el cancerbero maño con una gran estirada. El guion del partido era un calco de los ya vividos en tantas y tantas ocasiones. El Rayo lo buscaba, la grada empujaba, el Zaragoza esperaba y los males del Rayo volvían a florecer.

    En la reanudación más de lo mismo hasta que de nuevo un penalti cambiaría el rumbo de los acontecimientos de manera definitiva. Dimitrievski adivinaba el lanzamiento y despejaba la pena máxima, pero el VAR, en su papel de implacable fiscalizador de casi todo lo que sucede, avisó al colegiado de que el macedonio se había adelantado apenas unos centímetros de la línea de gol. Cuando la jugada había llegado a la zona de ataque del Rayo, el colegio dio marcha atrás y mandó a todos al área del Rayo porque había que repetir el penalti. En la segunda ocasión que les 'regaló' el partido,, los maños llevaron el choque al terreno en el que mejor se mueven los equipos que defienden, esperan y salen a la contra,

    Jémez movía fichas sentando a Joni por un Andrés Martín que está teniendo más protagonismo con las inferiores de la selección española que con el Rayo. También aparecería Piovaccari para sumar efectivos al ataque y Advíncula, que sustituía a un desesperado a la vez que desesperante Adrián Embarba. El peruano no mejoró nada lo visto hasta su aparición en escena. Otra decepción.

    Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedios. Mientras la grada seguía a lo suyo, intentando llevar a los vallecanos a buen puerto, el equipo de Jémez se estrellaba una y otra vez contra un muro invisible que añadía más madera a la terrible penúltima oportunidad desaprovechada por un equipo al que ya no le quedan excusas. Ya no es suficiente con jugar mejor, ni con justificarse con la mala suerte, ni con la 'razón' de los errores defensivos, ni con que el estadio no ayuda... Ya no es suficiente con nada de esto. El Rayo no carbura y tendrá que cambiar mucho para volver a ilusionar a todos los que, por unas u otras razones, se han ido quedando por el camino. El trayecto es largo, las oportunidades cada vez menos. 

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