RAYO 2 - R. SOCIEDAD 2

Rayo Vallecano y Real Sociedad empataron en un partido que tuvo dos mitades muy diferentes. La primera fue claramente para el Rayo y la segunda para los donostiarras, que lograron levantar el 2-0 inicial de los franjirrojos.

El primer cuarto de hora fue una auténtico monólogo del Rayo. Los de Míchel dominaban, se gustaban con el balón en los pies y llegaban con dos bandas muy incisivas. Advíncula era un auténtico puñal por la derecha y Alex Moreno, con sus diabluras habituales, ponía a prueba los nervios de la zaga de la Real, que aguantaba el tirón y que intentaba, sin éxito, salir a la contra.

El Rayo hacía de la insistencia su patrón de juego y con paciencia rondaba las inmediaciones de la portería de Rulli. Lo intentó por activa y por pasiva hasta que Santi Comesaña, llegando en segunda oleada, ponía el balón lejos del alcance del meta. Su golpeo seco y colocado al palo largo ponía en ventaja al Rayo y hacía justicia a lo vivido hasta ese momento. La Real  no aparecía, no generaba, no apretaba a un Rayo que se sentía muy superior y que a la media hora ampliaba la ventaja con un gran gol de Embarba, definiendo de lujo tras pase al hueco para superar a Rulli en su desesperada salida. El Rayo dominaba en el campo y ponía tierra de por medio en el marcador.

Tras el segundo, el Rayo se tomaría un respiro, circunstancia que aprovechó la Real para tener más balón, sin profundidad, pero aprovechando la estrategia en una falta lateral para recortar distancias. Un error en la marca permitía a Héctor Moreno llegar libre al segundo palo para rematar a placer un gran envío de Illarra y superar a Dimitrievski, apretando un partido que no había tenido más historia que la propuesta por un Rayo superior.

El tramo final de la primera parte permitió a la Real presentar unas credenciales a 'rascar' algo que no parecía haber tenido en todo el desarrollo anterior. Oyarzábal había sido el hombre más peligroso de un equipo maniatado y dominado por un Rayo que estaba a un nivel extraordinario. Una llegada de Comesaña tras centro desde la izquierda de Alex Moreno pondría la última ocasión para un Rayo que sentía la presión de su rival más en el marcador que sobre el césped.

La segunda mitad arrancó con la Real mostrando mejor cara y teniendo todo el balón que le había faltado en el primer acto. El empuje txuri-urdin provocó algo de nerviosismo en el bando vallecano, que se defendía como podía del ataque continuado y provocador de los vascos.

El partido iría poco a poco cayendo en una fase de indefinición que no parecía favorecer a ninguno de los dos. El Rayo podía sufrir en cualquier momento el zarpazo de la Real, mientras que los vascos podían ver cómo se esfumaba el partido sin que pasara nada de lo que habían planeado en el descanso.

Pareció despertar el Rayo de su letargo con un gran remate de Bebé y con una ruleta endiablada de Alex Mmoreno que dejaba patente de nuevo su extraordinaria calidad. Entre tanto, la Real seguía a lo suyo, con insistencia pero sin acierto en los metros finales, llegando al tramo final del partido, metiendo presión a la zaga rayista.

William José conseguiría el premio a la insistencia de la Real en la segunda mitad y tras una gran acción personal de Oyarzábal batió a placer a Dimitrievski para rescatar un punto para su equipo.

RDT lo intentó con un gran lanzamiento de falta y el partido llegó con unan gran tensión a los instantes finales, aunque ya no ocurrió nada relevante y ambos equipos se repartieron el pastel de un partido con dos partes muy diferentes.