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La fe del Rayo deja en evidencia al Real Madrid

Escrito por Sábado, 02 Noviembre 2013

    El Rayo Vallecano puso contra las cuerdas a un Real Madrid que sufrió las acometidas vallecanas en una segunda mitad de infarto que dejó a los franjirrojos con la miel en los labios.



    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (2):Rubén, Tito (A), Gálvez, Saúl, Nacho (A), Arbilla (Larrivey, minuto 50), Trashorras (A), Adrián (Bueno, minuto 41), Lass, Iago Falqué (Embarba, minuto 68) y Jonathan Viera.

    Real Madrid (3): Diego López, Carvajal (A) (Arbeloa, minuto 55), Ramos, Pepe, Coentrao (Marcelo, minuto 44)(A), Xabi Alonso (A)(Illarra, minuto 45), Modric (A), Di Maria (A), Ronaldo, Bale y Benzema.

    Arbitro: Alvarez Izquierdo.

    Goles: 0-1. Minuto 3. Ronaldo; 0-2. Minuto 30. Benzemá; 0-3. Minuto 48. Ronaldo; 1-3. Minuto 53. Viera, de penalti; 2-3. Minuto 55. Viera de penalti.


    El Rayo Vallecano estuvo cerca, muy cerca, de conseguir algo positivo en un derbi marcado por los tempraneros goles de los madridistas en cada período y por el empuje y la garra de los vallecanos en la segunda mitad, que dejaron en evidencia al equipo de las estrellas del italiano Ancelotti.

    La llegada de los Ronaldo, Bale, Benzemá y compañía, suponía una amenaza demasiado evidente para un equipo cuyo sino es recibir goles y más goles. La sangría defensiva de los de Jémez no tiene fin y, ante los blancos, no podía ser una excepción, de hecho, no debía ser una excepción. La diferencia de potencial entre el Rayo y el Real Madrid va más allá de lo puramente deportivo, trasciende a todos los niveles, y sobre el terreno de juego todo parecía decantado, a priori, hacia el lado visitante.

    Para recortar las distancias, el técnico del Rayo echó mano de lo que dispone a día de hoy y, buscando sorprender, alineó un once sin delantero centro. Con Nery Castillo lesionado y Larrivey y Bueno en el banquillo de inicio, los vallecanos intentaron ganar en superioridad por el centro con Trashorras y Adrián, y por las bandas con Falqué y Lass, pero sobre todo entre líneas, con Jonathan Viera y la incorporación en segunda oleada.

    El partido no pudo comenzar peor para los intereses de los vallecanos, confirmando una vez más su endeblez defensiva. Modric centraba y Cristiano Ronaldo goleaba. El Real Madrid no necesitó ni tres minutos para ponerse por delante en el marcador y para 'desinflar' a un equipo que confiaba en aguantar el resultado apretado para buscar sus opciones.

    El Rayo es un equipo que se descose con facilidad por su línea defensiva y que, unas veces por errores infantiles en la salida del balón desde atrás, y otras por fallos lamentables en las marcas y en la concentración colectiva, concede ventajas donde nunca deberían existir. El resto del trabajo es meritorio, las triangulaciones, los desbordes por banda, las llegadas al área y, salvo el remate final, todo el trabajo de creación de juego le otorga a su fútbol un 'status' que quizá no parezca reservado para un equipo tan pequeño.

    Pese a la desventaja inicial, el cuadro vallecano empezó a tener mayor presencia en el partido, aunque le costaba maniatar a Modric en el centro del campo y controlar las acometidas por banda de Cristiano y, mucho menos presente, de Bale. Nacho caía dentro del área en una acción reclamada como penalti por los franjirrojos y Saúl, muy activo por el centro, buscó el empate en sendos remates que no terminó culminando.

    Con un fútbol poco vistoso, el Madrid llegó a la media hora para, en la segunda ocasión clara que disponía, anotar el 0-2 por mediación del ariete francés, Benzemá. Apenas habían transcurrido tres minutos desde que Jonathan Viera viese como el colegiado del encuentro, Alvarez Izquierdo, le anulaba un gol por tocar un remate de Falqué estando adelantado. Un par de acciones de ataque de los blancos culminaron una plácida primera mitad para un Real Madrid que comenzaría la segunda poniendo la supuesta puntilla al partido, pero que finalizaría el derbi pidiendo la hora.

    La fe del Rayo hizo tambalearse al 'todopoderoso' Real Madrid

    La segunda mitad arrancó de manera idéntica a la primera. En la acción inicial, un nuevo despiste defensivo, un pase de Bale y un remate de Cristiano Ronaldo hacían subir el 0-3 en el marcador de un encuentro que parecía definitivamente desnivelado a favor de los madridistas.

    Pero nada más lejos de la realidad. El Rayo, de manera totalmente sorprendente e inesperada, creció hasta límites insospechados y, con Lass por un lado, Falqué por otro, con Saúl, Bueno y Trashorras por el centro y Jonathan Viera haciendo diabluras con el balón por las inmediaciones del área de Diego López, dio un vuelco radical al encuentro. Jémez decidía mover ficha y, con Bueno en el campo por lesión de Adrián, y tras dar entrada a Larrivey en sustitución de Arbilla, dibujó un equipo mucho más ofensivo todavía, en busca de la machada. La jugada empezó a ser maestra cuando Lass y Falqué avisaban a Diego López de la que se le venía encima. Mucho más cuando Larrivey estrellaba un remate de cabeza en el larguero de su portería y la culminó cuando Alvarez Izquierdo señaló dos penaltis de forma consecutiva (minutos 53 y 55), ambos anotados por Jonathan Viera.

    Ahí, la fe se transformó en convicción y la convicción en poderío futbolístico de un Rayo que arrolló al Real Madrid. Con el marcador apretado, y tras señalar dos penas máximas, el colegiado perdonó la segunda amonestación a Carvajal, dando un respiro al equipo de Ancelotti, que sufría en el infernal ambiente de un Estadio de Vallecas transformado para la ocasión.

    En el minuto 70 un buen disparo de Bueno se estrellaba en la madera de la portería de Diego López, que tras un nuevo remate de Bueno despejado por Marcelo y uno posterior de Lass, se hizo con el esférico para tomarse un pequeño respiro ante la avalancha ofensiva de un Rayo consciente de su superioridad anímica y futbolística. La entrada de Embarba, en lugar de Falqué, dio un nuevo impulso al ataque del Rayo, que no paró hasta el pitido final en busca de un empate y una victoria que ya merecía a todas luces. El joven canterano buscó la portería rival con dos potentes disparos que se marcharon desviados, mientras que Viera y Saúl quemaban los últimos cartuchos antes de un remate de Tito que se marchó fuera por poco y que puso punto final a la agonía de un Madrid que, con Cristiano Ronaldo a la contra, estuvo también cerca de lograr el cuarto de la noche.

    El orgullo de Vallecas quedó ensalzado y, pese a la derrota, el que más y el que menos pudo comprobar cómo los suyos fueron capaces de apretar e inquietar a un Real Madrid que salió vivo de un derbi que, por lo visto en la segunda mitad, mereció perder. El Rayo deberá pensar en rivales más 'terrenales' para lograr salir del último lugar de la clasificación. Próxima estación: Balaídos.

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