El Rayo Vallecano volvió a albergar público en su estadio 452 días después de hacerlo por última vez aquel 8 de marzo de 2020. Y lo que debía ser una gran fiesta para todo el rayismo terminó convirtiéndose en algo más cercano a una pesadilla. Y sólo para unos pocos afortunados.

El club franjirrojo sólo vendió 847 entradas de las 1500 disponibles. Ese fue el aforo confirmado a través de la retransmisión televisiva y que partió desde fuentes del club. Teniendo en cuenta que la plataforma online cedida por la Liga al equipo de la Albufera estuvo disponible durante 4 horas y media (desde las 14h hasta las 18:30) el ritmo de venta fue de apenas 3 entradas por minuto.

Es innegable que el margen de tiempo era escaso ya que la confirmación de la CAM llegó pasado el mediodía pero parece que al Rayo Vallecano volvió a pillarle el regreso del público al estadio sin los deberes hechos. Apenas 24 horas antes, el Girona se encontró en una situación similar y fue capaz de gestionar la venta de entradas primero online y después presencial cuando tuvo problemas técnicos.

Ayer el Rayo fue incapaz de responder a los múltiples problemas técnicos y sólo 'dio la cara' con un mensaje en redes sociales en el que se disculpaba y aseguraba que los problemas eran ajenos a su control. En la era de Internet no parece que un ritmo de 3 entradas por minuto sea un dato del que poder presumir.

A todo ello hay que sumarle el elevado coste de la entrada con un precio único de 25€ ya fuera para fondo, tribuna o grada central. El club gerundense las vendió por 10 y 20€ según la zona mientras que el Leganés confirmó que distribuiría las 1.500 entradas de manera gratuita.