Opinión. Voy a intentar ponerle sentido a la cosa. Resulta que el Rayo Vallecano tiene un acuerdo con sus peñas desde hace más de una década por el que acreditando un determinado número de abonados se hace entrega de abonos gratuitos para fomentar el rayismo. Este "buenhacer" se ha roto este año porque el club ha decidido dar una vuelta a la situación alegando falta de espacio en el Estadio de Vallecas. Resulta que el Rayo Vallecano es consciente del acuerdo que tiene con sus peñas y sabe que, para hacer bien las cosas, debe cumplir los "contratos", firmados o no. Resulta que el Rayo Vallecano, sabiendo que esto es así, se permite el lujo de añadir, tras dar sus explicaciones, que entregar un abono por cada cuarenta abonados acreditados (anteriormente eran 20) se debe considerar como "un favor especial". ¿Cambiar las reglas del juego de manera unilateral es "un favor especial"? ¿Reducir a la mitad los abonos "de cortesía" para sus peñas "es un favor especial"? 

Me gustaría saber cuántos "favores especiales" tiene comprometidos el club con patrocinadores, personas afines, grupos determinados y un largo etcétera de posibles receptores de "favores especiales". Este club no deja de sorprenderme. Nunca hace las cosas en forma y muchísimo menos, en tiempo. Para informar de un cambio como este debería haberse sentado con las peñas hace tiempo, debería haberse anticipado, debería haber comunicado un posible cambio de criterio, debería haber colaborado con las peñas, debería haberlas compensado de otra manera, debería haber llegado a un acuerdo... debería, debería, debería... ¡qué castigo!

Esta es, sin duda, la enésima metedura de pata de una directiva que siempre llega tarde a todo, que siempre termina atropellada, que nunca tiene capacidad de acción y que siempre actúa por reacción. Contestar a las peñas diez días después de su solicitud para decirles que rebaja a la mitad sus pretensiones es otro despropósito que demuestra cómo funcionan las cosas. Tarde y mal, muy mal y muy tarde.

Entiendo perfectamente la reacción de las peñas, entiendo perfectamente que la 2004 no quiera quedarse con el "algo es algo", entiendo que se indignen, se enfaden y lo demuestren públicamente. Las cosas no funcionan así. Los acuerdos, escritos o no, están para ser cumplidos y, si no es posible porque a veces las cosas se complican, actuar de manera drástica y concediendo "favores especiales" es la manera más indigna de actuar. ¡Háganselo mirar!