¿Con qué sensación te marchas del partido?
Es difícil valorar, porque han pasado muchísimas cosas. La sensación que tengo es que, con el 1-3 teníamos el partido controlado y no estábamos sufriendo, pero ese gol del Rayo les ha metido en el partido y luego el Rayo si algo tiene es que tiene unos arreones y una calidad arriba... y en Vallecas más. Al final hemos tenido que pedir la hora, porque hemos estado a punto de perder. Sensaciones contrapuestas.
Después del 1-3 llega el cambio de portero y el posterior empate a tres, ¿le cuesta al equipo asimilar estas circunstancias?
Es difícil, pero me ha gustado la personalidad del equipo, que ha venido a ser valiente y a jugar a un campo donde nadie había hecho un gol y, hasta el gol de ellos, habíamos sido muy superiores. El 1-0 era muy corto. Luego, con el 1-3 hay un cambio de portero, te hacen el 2-3, el público, que estaba desencantado, se enchufa y el Rayo tiene calidad arriba, empuja y nos ha costado, estábamos cansados, y el Rayo ha puesto el partido cuesta abajo para ellos.
Habéis tenido Sandoval y tú un pique.
Cada uno barre hacia su lado. El partido estaba siendo trepidante, con idas y vueltas y ha sido fruto de la tensión, pero no ha pasado nada. Nos hemos dado la mano y que le vaya bien.