El futuro del Rayo Vallecano está garantizado. Y no porque el primer equipo vaya mejor o peor sino porque su cantera sigue sacando auténticos diamantese en bruto que respiran rayismo por los cuatro costados. En estos tiempos en los que es tan complicado competir contra los transatlánticos del fútbol, la labor que hizo Juan Pedro Navarro es más encomiable que nunca y debe ser el camino a seguir por la entidad franjirroja.

Ese podría ser un resumen a brochazos del espíritu que se vivió ayer, viernes 12 de abril, en la entrega del I Trofeo Juan Pedro Navarro organizada por Matagigantes en la Asociación de Vecinos de Fontarrón en Vallecas. En un local abarrotado de aficionados rayistas, padres y madres, representantes de las principales peñas del Rayo (Peña Rivas, Peña Franja Vallekana, Bukaneros, Peña Piti...) y de los medios de comunicación que sienten en el corazón al Rayo Vallecano se entregaron los premios a los pichichis de cantera del pasado año.

Futbolistas como Morcillo, Sergio Alonso, Mireya Maestro, Izan... fueron galardonados por sus goles. Y sobre el escenario de esta presentación fueron dejando, uno tras otro, sus palabras de homenaje y reconocimiento hacia quien les trató como si fueran un hijo más: Juanpe.

Y después de muchas sonrisas, alguna que otra broma y el reconocimiento del cariño por llevar la franja cruzando el pecho, todos tenían claro que no se trataba de un premio individual a su talento sino de un galardón al colectivo de sus respectivos equipos (Rayo B, Rayo Femenino B, Rayo Juvenil B, Rayo Juvenil C...) que les permitió terminar sus respectivas temporadas como los máximos goleadores.

Una noche de emociones donde escuchamos preciosas palabras por parte de la familia de Juan Pedro Navarro en agradecimiento hacia Matagigantes por seguir recordando que su nombre no debe olvidarse entre el rayismo.