La visita del líder a Vallecas no iba a pasar desapercibida. Y menos tratándose del Girona de Míchel. La leyenda de Vallecas, el eterno capitán, regresó a su barrio y la expectación por su llegada se convirtió en un ambiente de gala. Como el de las grandes ocasiones.

El partido respondió a lo que se esperaba de ambos conjuntos. Un bonito ida y vuelta de ocasiones y goles que acabó con remontada catalana ante la segunda mejor entrada de lo que llevamos de campeonato en el recinto franjirrojo. 13177 espectadores estuvieron presentes en el choque.

Como ha sucedido en todos y cada uno de los 7 partidos en los que el Rayo Vallecano ha jugado como local, la afición visitante estuvo presente en la grada cubierta de la Albufera.

Pese a agotar las entradas para el público en general, el estadio de Vallecas tuvo más de 1200 butacas vacías. La media de espectadores del año se coloca así en 12847 asistentes justo antes de la visita del FC Barcelona del próximo fin de semana tras el parón por los compromisos internacionales.