Después de dos derrotas consecutivas pueden surgir las dudas. Después de dos jornadas seguidas sin marcar uno puede tener la tentación de cambiar su identidad e intentar ser quién uno no es. Pero eso no va a pasar el el Rayo B.

Los de Jorge Vallejo llegaban a su duelo contra Las Rozas, equipo que marcaba la promoción de ascenso, con el objetivo de sumar 3 puntos pero más aún con la idea de volver a ser un Rayo reconocible (no como el que vimos en Móstoles). Y vaya si lo logró.

Ya Asier pudo adelantar a la franja al cuarto de hora en una jugada en la que Josete le rozó fuera del área impidiéndole marcar a portería a vacía. El árbitro no señaló nada pese a que el sonido se oyó en una ciudad deportiva con apenas un centenar de espectadores en las gradas.

Iba a ser el equipo serrano el que aprovecharía la primera gran ocasión que tuvo en botas de un Quivira que fusiló a Mario. El extremeño apenas pudo desviar la trayectoria ante la potencia del disparo. El 0-1 no amilanó a los de Vallecas que pudieron empatar antes del descanso. Pero Josete le detuvo el mano a mano a un Cuéllar que se lamentó amargamente de la ocasión fallada.

Tras el paso por vestuarios, el Rayo B siguió demostrando que quería la victoria. Tenía la pelota, el ritmo y el control del juego ante un Las Rozas agazapado atrás en busca de una contra con la que sentenciar el encuentro. Por fortuna para los franjirrojos el fútbol iba a premiar el esfuerzo local. Guzmán remataba de volea un centro medido de Asier tras una preciosa combinación.

El empate le dió alas a un Rayo B que insistió una y otra vez al ataque de manos de un Diego Méndez por el que pasaba todo el juego vallecano. Pudo remontar pero el remate a bocajarro de un Cuéllar negado de cara a gol se fue a las nubes. Tuvimos que esperar al último cuarto de hora para que también nos sonriera la suerte: el disparo de Álvaro tocaba en un central y se colaba para sellar la remontada. Apenas 5 minutos después, y tras quedarse con uno más por expulsión de Barroso por protestar, Losada iba a colocar en la escuadra el 3-1.

Tres puntos para un equipo que nos hizo disfrutar de un partido de poder a poder. Así, sí.