Todas las dudas que el Rayo Vallecano B nos dejó en la pretemporada y en la primera jornada del grupo 7 de Tercera RFEF quedaron despejadas en Tres Cantos. El filial comenzó a carburar en una mañana de domingo lluviosa en Tres Cantos demostrando confianza en su juego y contundencia en las dos áreas.

El partido arrancó con el mejor guión posible para la franja. Antes de llegar al minuto 5 ya se habían adelantado los pupilos de Jorge Vallejo en una descomunal jugada individual de Cuéllar que haciendo slalom fue dejando rivales atrás hasta filtrar un pase a Manu que se la devolvió para que con la puntera hiciera el 0-1.

Con el marcador a favor el Rayo B empezó a tocar, a combinar, a buscar a sus jugadores de talento, a crecer futbolísticamente después de una pretemporada dura para plantilla y cuerpo técnico ante a falta de efectivos que iban llegando al proyecto. Sin embargo no encontró el premio del segundo gol hasta que el equipo no dió un paso atrás para respirar un poco. El Tres Cantos asediaba la portería de Mario pero en una jugada de fútbol directo la pelota le iba a llegar a Cuéllar que superaba de vaselina a Otero para el 0-2.

Ni en los minutos finales de la primera parte ni en los iniciales tras el paso por vestuarios iba a encontrar el equipo tricantino el gol que redujera distancias en el marcador. El filial estaba cómodo, tranquilo, contundente en su área y en la rival. Miguel, Jaime, Arribas y Cáceres estuvieron imperiales en defensa y Losada, que entró a la hora de partido, letal en ataque aprovechando la asistencia en bandeja de Cuéllar para hacer el tercero.

Con la sentencia en el luminoso, el partido se iba a convertir en un correcalles, en una sucesión de ocasiones pero nada cambiaría cuando el árbitro pitó el final del choque. Tres puntos muy importantes para un equipo que parece haber terminado su construcción y ahora empieza a coger confianza en la idea de su entrenador.