Suelo ser bastante prudente a la hora de hablar del fútbol que despliega el Rayo Vallecano sobre el césped. Cada uno de nosotros tenemos un entrenador dentro, pero desafortunadamente lo de tener el título ya es otra cosa.

Sin embargo, pese a esa limitación me apetecía compartir con vosotros una visión futbolística que tengo desde que se cerró el mercado de fichajes a comienzos de septiembre. Algo que pude ver en parte en el partido de ida de 1/16 de final de Copa del Rey durante buena parte del encuentro y que yo llamo el Rayo de los jugones.

En otro artículo ya os he hablado de la mejor jugada combinativa que he visto al Rayo en lo que llevamos de temporada. Fueron 19 segundos de puro fútbol. Una delicia para los amantes del balompié. En Leganés jugaron por primera vez juntos Imbula, Pozo y Trejo. Las lesiones en el centro del campo han obligado a Míchel a poner a Gianelli Imbula como stopper.

El técnico quedó satisfecho con su trabajo, aunque eso supusiera perder su faceta como 8. Para eso ya estaban Pozo y Trejo. El fútbol se les cae de los bolsillos, aunque todavía no han encontrado la plenitud de su forma.

Por si eso fuera poco, el mediocentro todavía podría mejorar con la presencia de Santi Comesaña y Kakutá. Repartir bien los minutos entre estos cinco futbolistas puede ser la clave para que el Rayo comience a crecer desde el balón. Y el buen estado de forma de Pozo y de Trejo es fundamental para ello.

Probablemente haya pocos centros del campo y delanteras mejor que la formada por Imbula, Pozo, Trejo, Kakuta, Álvaro García y Raúl de Tomás. Es el Rayo de los jugones.