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RAYO - BARCELONA. Opinión

Mirando a los ojos a los mejores del mundo

La visita del Barcelona nos lleva a reflexionar sobre aspectos deportivos y del entorno del Rayo Vallecano

Escrito por Jueves, 01 Noviembre 2018

    Opinión. Cada fin de semana, cada partido, cada día repaso los nombres de la plantilla y renuevo los votos con San Cobeño y San Míchel. No tengo dudas, no desconfío.

    Opinión. Voy a intentar ir ordenando las ideas en mi cabeza para que no se me amontonen. El Rayo no está bien, salta a la vista. No juega como nos gustaría y no gana, sobre todo, no gana. Su mala clasificación en liga es desesperante, Las primeras partes para olvidar o las segundas partes para no recordar, nos demuestran que todavía no hemos visto a un Rayo en plenitud, no hemos visto un partido completo, independientemente del resultado, que nos haya satisfecho plenamente. Ratitos en Huesca y San Sebastián, en el Wanda, contra el Athletic, en Butarque... ratitos, ratitos y más ratitos que, de momento, no han dado para mucho. Todo esto, sumado a un principio de liga raro, con estadio cerrado, con suspensión de partido, con parones de selecciones... llevamos un cuarto de liga y todavía no hemos arrancado. Si a lo anterior le sumamos el 'Presa, vete ya' y la crispación, enfado y rabia que este cántico lleva implícito, es para echarse a temblar.

    Cada fin de semana, cada partido, cada día repaso los nombres de la plantilla y renuevo los votos con San Cobeño y San Míchel. No tengo dudas, no desconfío, estoy seguro de que cada fin de semana, cada partido y cada día, ha llegado el momento de despegar, de despertar de este letargo que desasosiega, de esta pesadilla que me obliga a frotarme los ojos después de cada noventa minutos para descubrir que seguimos ahí, inamovibles. Para mí la clave está en varios detalles. En el resurgir de Trejo, en que todos corran a la presión como Trejo, en los goles de Raúl de Tomás, en que Embarba y Bebé ayuden al delantero con sus remates, en que Míchel encuentre por fin el medio del campo que le ilusione y en que la defensa cumpla sin alardes su función principal: defender. Sé que, visto así, dicho así, suena a desastre absoluto, pero tanto tú como yo sabemos que no es para tanto. Lo de Trejo empiezo a verlo o intuirlo y, enamorado de su fútbol desde el primer día, no puedo desear más que recupere su mejor nivel. Lo de RDT le viene sobrevenido, tiene gol y punto. Lo de Bebé y Embarba o Kakuta y Alvaro tiene que ser consecuencia de todo lo anterior y lo del centro del campo es cuestión de gustos. A Míchel le gusta Comesaña atrás, a mí por delante, a Míchel le gusta Imbula de avanzado y a mí atrás. Míchel es el entrenador, yo solo lanzo ideas al aire. Lo de la defensa es atención, esfuerzo y trabajo, más atención y ayuda de todos. Dicho así parece difícil, pero si el resto lo hacen...

    El sábado viene el Barcelona a Vallecas. Las gradas de nuestro estadio volverán a estar ocupadas por muchas camisetas blaugranas. Quizá si tú eres uno de ellos ya no vuelvas por aquí nunca más, pero no puedo por más que criticar con dureza a quien revende su abono para sacar un extra, para hacer negocio. No me gusta por lo que supone de animación, pero me gusta menos porque eso es fruto de unos abonos a precios más que razonables luchados por todos los que se sientan a tu alrededor (si es que alguna vez vas al fútbol). Revender tu abono, que te lo paguen íntegramente en el partido del Barcelona y, además, sacarle un extra, parece un negocio redondo. Enhorabuena por aprovecharte del trabajo de otros para que su lucha te permita negociar un sobresueldo. Lástima.

    Bueno, como decía, el sábado viene el todopoderoso Barcelona y me imagino a un merengón como RDT mojándole la oreja a su eterno rival. Estaría bien, por el chaval y por nosotros. Que RDT le haga 'pupa' al Barcelona sería una estampa bonita de ver y disfrutar en Vallecas. Podríamos aprovechar que no viene Messi, que este Barcelona no es el que acostumbra a arrollar, que no está a su mejor nivel, aunque... ojito con estas cosas. El Barcelona no arrolla hasta que lo hace y ese día es para echarse a temblar. Nunca hubo miedo en Vallecas, tampoco lo habrá el sábado, pero sí habrá que tener respeto, mucho respeto, aunque también una gran dosis de esperanza en Míchel y en el equipo.

    Hemos vuelto para días grandes como este, hemos vuelto para medirnos a los mejores. Hemos vuelto para demostrar al mundo entero que Vallecas, ese barrio diferente de Madrid, ese barrio con valores, con sentimiento, con vida propia, es capaz de mirar a los ojos de los mejores equipos del mundo. El Barcelona llegará con su 'glamour', se sentará en esos vestuarios tercermundistas que gastamos, jugará en ese césped recambiado y se marchará para casa. Lo que haya sucedido entre tanto solo espero y deseo que te haga feliz.

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