190 minutos. Eso es todo lo que ha jugado Unai López esta temporada en Bilbao. Y seguramente si le preguntáramos al rayismo ahora mismo desearía que el contador no subiera este miércoles en su regreso a Vallecas.

Será complicado porque el 'Toto' Berizzo adelantó ayer en rueda de prensa que Iker Muniain y el ex rayista podrían repetir en el once tras su buen partido en Eibar. Aduriz, Iñaki Williams y Raúl García necesitan que alguien les filtre balones por arriba y por abajo. Y nadie mejor que él para hacerlo.

Unai vuelve al terreno de juego en el que despuntó como futbolista. Fue pieza clave en el histórico campeonato del Rayo Vallecano y su ascenso a primera división. Si hubo un jugador que fuera titular indiscutible para Míchel, ese fue el actual 23 del Athletic. Y probablemente su ausencia, junto a la de Fran Beltrán, puede explicar por qué el proyecto de Míchel en primera no termina de arrancar.

A Unai le costó 'entrar en calor' en la primera mitad de la temporada pasada cuando Míchel lo 'acostaba' en una banda. Pero una vez que su pareja de baile en el centro fue Beltrán, la grada de Vallecas se rompió las manos de aplaudirle. Y como suele pasar en este estadio en los últimos tiempos, cuando a alguien se le coge cariño llega el momento en que tiene que irse.

Unai hizo las maletas y Berizzo le convenció de que sería pieza clave en el Athletic hasta 2022. De momento no lo está siendo. Hace unas semanas nuestro compañero Raúl Granado de Onda Cero informaba del descontento del jugador nacido en San Sebastián y la posibilidad más que real de que pudiera regresar en calidad de cedido al Rayo Vallecano en el mercado de invierno. Ese sí que sería un regreso que la hinchada rayista estaría encantado de festejar.

Dicen que es de bien nacidos el ser agradecido y seguramente Vallecas lo será esta noche con uno de los héroes del ascenso. Todos esperamos que le vaya bien... pero después de las 9 de la noche. Porque en el Rayo sabemos lo que pasa cuando el centrocampista de 22 años saca su fútbol.