Raúl de Tomás está demostrando ser un futbolista muy por encima de la media de una categoría que, desde que se puso en forma, se le ha quedado muy pequeña. El delantero centro tiene una manera de desenvolverse en las inmediaciones del área rival que en ocasiones es insultantemente suficiente. Esta tarde, ante un necesitado Barcelona B, el ariete logró un gol a la altura de los mejores futbolistas del país, recorte orientado, superioridad en el esfuerzo y remate cruzado para dejar sentado al portero rival. Antes de eso ya había goleado con un penalti cometido sobre Adrián Embarba y había celebrado otro gol, este con mucha fortuna, de su compañero Bebé. El portugués fue titular ante la baja de Trejo, suponiendo la única variación "en el mejor equipo de la categoría" (ya sabéis que lo dicen todos, nosotros solo lo reforzamos).

Los vallecanos se enfrentaban a un filial blaugrana que se presentaba al choque con su técnico en entredicho y con una difícil situación en la tabla que le hacía tan vulnerable como peligroso. Los catalanes son un equipo con calidad individual, con mucha clase colectiva, pero también con algunos desajustes grupales que les han abocado a una situación casi crítica en su lucha por conservar la categoría. Enfrente, el Rayo supo aguantar los momentos de dominio del Barsa B, buscó progresar con Embarba y con Bebé y fue contundente en ataque. La caída de Embarba en el área, señalada como pena máxima, sería aprovechada por Raúl de Tomás para lucimiento propio. El penalti, lanzado 'a lo panenka', adelantaba a un Rayo Vallecano subido en la cresta de la ola y al que parece que con el viento a favor será muy difícil que nadie pueda bajarle. 

Lo intentó el Barcelona B pero, en ocasiones por su propia falta de contundencia, y en otras por acierto de Dorado, Abdoulaye y Alberto, se quedó a las puertas de culminar sus intenciones. En cambio, veía cómo el Rayo iba acertando con las suyas, favorecido además por la 'suerte de los campeones'. Una falta lejana en la que Bebé probó fortuna se convertiría en el 0-2 cuando el golpeo del portugués se envenenó tras rozar a un rival y, golpeando en la base del palo, suponía una ventaja que parecía ser definitiva. La alegría inundaba la grada del Mini Estadi donde más de 600 rayistas disfrutaban con la victoria de los suyos.

Pero el filial barcelonista no permitiría que el partido fuese plenamente plácido para los de Míchel. Dos minutos después del gol de Bebé, Monchu recortaría distancias a la salida de un córner, metiendo de lleno a su equipo en la lucha por la remontada. El partido volvió a volcarse de lado local, el Barcelona B tenía el control del partido, manejaba el balón y obligaba al Rayo a defenderse cerca del área de Alberto. Viendo el panorama, Míchel decidía refrescar el equipo dando entrada a Armenteros y Elustondo en lugar de Embarba y Comesaña, pero sería de nuevo Raúl de Tomás el que desatascaría la situación.

Una acción individual del delantero vallecano desniveló nuevamente la balanza futbolística en Barcelona. Su recorte hacia la izquierda internándose dentro del área, su velocidad en la acción y su remate final para superar al portero local volvieron a mostrar el nivel de un delantero 'top' al que supuestamente no dejan de aparecerle novias para la próxima temporada. El gol 22 de RDT es una cifra de otro nivel, sin duda.

El Barcelona B, casi a la desesperada, se lanzó a la ofensiva final y a falta de doce volvió a dar algo de emoción al choque. La entrada de Ballou dio nuevos bríos al ataque blaugrana, recortando distancias y situando el 2-3 en el marcador de un partido que en el tramo final no dejó de ofrecer sobresaltos. Un intento de despeje de Baiano estuvo cerca de suponer el empate en propia puerta, mientras Ballou volvía a intentarlo topándose con Alberto. En el área contraria era Elustondo el que no llegaba por centímetros a un balón puesto por Unai al segundo palo, dando por cerrado un duelo que deja al Rayo líder en solitario, además de líder sólido de una Segunda División que en Vallecas ya empezamos a querer ver como algo del pasado. Nueva estación: C.D. Tenerife en Vallecas.