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GIRONA 1 - RAYO 3. Crónica

Girona se rinde al fútbol del Rayo

El Rayo Vallecano jugó un gran partido ante el Girona, sumando tres importantes puntos en su lucha por eludir el descenso

Escrito por Sábado, 01 Abril 2017

    El Rayo Vallecano logró una importante y merecida victoria ante un Girona que se vio sorprendido por el juego y por la pegada de un equipo casi desconocido hasta la fecha.

    (Imagen:Marc Martí/Diari de Girona)


    Ficha técnica:

    Girona (1): René, Alcalá (A), Granell (Cristian Herrera, minuto 74), Pere Pons, Portu, Juanpe, Coris (Aday, minuto 63), Sandaza, Kiko Olivas, Borja García (Eloi, minuto 78) y Pablo Maffeo.

    Rayo Vallecano (3): Gazzaniga, Galán, Amaya (A), Dorado, Alex Moreno, Trashorras, Fran Beltrán, Comesaña (A) (Baena, minuto 66), Embarba (A), Ebert (A) (Zé Castro, minuto 86) y Javi Guerra (Manucho, minuto 60).

    Arbitro: Prieto Iglesias.

    Goles: 0-1. Minuto 9. Comesaña; 0-2. Minuto 20. Trashorras; 1-2. Minuto 41. Alcalá; 1-3. Minuto 60. Javi Guerra.


    El Rayo se presentó en casa del Girona, uno de los grandes aspirantes al ascenso, con el agua al cuello y con la sensación de que cualquier cosa que no fuese lograr los tres puntos le dejaría en una posición complicada y de nuevo mirando más hacia abajo, con los rivales poniendo tierra de por medio. El conjunto catalán llegaba tras dos derrotas ligueras consecutivas (Cádiz y Oviedo) y con la anécdota de la final de la copa catalana de esta semana, en la que perdieron contra el Nástic en los penaltis con un equipo repleto de suplentes. La intención de los de Pablo Machín era no dejar escapar más puntos en Montilivi y aprovechar el 'colchón' acumulado para seguir viviendo con calma sus opciones de ascenso a Primera División.

    Los primeros minutos fueron para un Girona que pareció querer monopolizar el ritmo, el control y la forma de disputar un duelo que daría un vuelco espectacular apenas unos minutos más tarde. La primera llegada de Sandaza, con remate de cabeza que pasaba por encima del larguero de Gazzaniga, parecía abrir una vía en el lateral izquierdo del Rayo, que disfrutaba con las llegadas al ataque de Alex Moreno, pero que podía sufrir con los repliegues defensivos y con la calidad de los hombres de banda del conjunto rojiblanco. El Rayo aguantó con buena disposición defensiva los primeros 'arreones' de un Girona que se vería sorprendido por la calidad de Comesaña, por el control de Trashorras, por las llegadas de Embarba y Alex Moreno y por la insistencia de Patrick Ebert y la anticipación de Fran Beltrán. El Rayo dio un paso al frente, se metió de lleno en el partido, empezó a jugar al fútbol, a ser dueño y señor del balón y a generar peligro. Embarba remataba junto al palo izquierdo de la portería de René, que se esforzó para sacar el balón a córner. Corría el minuto ocho y el Rayo ya empezaba a pisar área contraria. El siguiente sería Fran Beltrán, con un gran remate prácticamente 'desde su casa' que volvía a poner a prueba a René, que repetía acción para enviar de nuevo a saque de esquina. El Rayo mandaba, el Rayo tenía control, el Rayo jugaba bien al fútbol.

    Fruto de su aportación futbolística, los de Míchel lograrían adelantarse en el marcador. Javi Guerra peleó con fe un balón aéreo en el punto de penalti, su lucha habilitó a Comesaña que llegando al palo contrario completamente desmarcado anotó el 0-1 para disfrute del centenar de aficionados del Rayo desplazados a Montilivi. El Rayo ya mandaba en el campo y en el marcador y lo hacía con criterio y con calidad. Trashorras movía el balón, Embarba y Alex seguían percutiendo por banda y Comesaña se convertía en el aliado perfecto de los hombres del centro del campo para lograr superioridad en el medio y en las bandas.

    Para redondear los primeros veinte minutos, Trashorras se convertiría en el más listo de la clase. Un córner, tremendo despiste defensivo del Girona, Trashorras leyendo perfectamente la jugada y su remate de cabeza, entrando completamente solo al segundo palo, servía para que los franjirrojos lograsen hacer más grande la herida de un Girona que, a partir de ahí, debió abrir mucho más sus líneas, asumiendo mayores riesgos defensivos. El Rayo vio que el conjunto catalán se venía arriba y decidió que era buen momento para pertrecharse defensivamente, armarse en las inmediaciones de su área y buscar un contragolpe que finiquitara el encuentro. El conjunto de Míchel se defendió bien, estuvo ordenado y salió en un par de ocasiones para inquietar a su rival pero, en un saque de esquina en el que Amaya llegó tarde a la marca, Alcalá logró recortar distancias metiendo al Girona de nuevo en el partido a falta de cuatro minutos para el descanso.

    Javi Guerra sentenció el duelo para un Rayo muy bien disciplinado

    La segunda mitad arrancó con un ritmo parecido y con el Girona buscando sorprender al Rayo para llevar el partido a un terreno diferente al que estaban transitando. Los gerundenses querían retomar el mando y buscar el protagonismo, pero el Rayo no se dejó intimidar y siguió a lo suyo. El gran partido de Embarba todavía dejaría destellos y, mientras aguantó el físico, los de Míchel mantuvieron el tipo y aguantaron perfectamente el nivel de exigencia en la presión y el repliegue tras pérdida. Fran Beltrán volvía a probar fortuna desde lejos, encontrándose de nuevo con la intervención de un René que, aparte de los goles, también tuvo que emplearse a fondo en varias acciones más. Nada pudo hacer el cancerbero del Girona para evitar el tercero del Rayo. Míchel ya había decidido que el primer cambio del partido sería Manucho por Javi Guerra y el malagueño no quiso despedirse del partido sin lograr el protagonismo que le había sido esquivo hasta ese momento. Un robo de balón de Beltrán, una buena llegada de Embarba por banda derecha, un centro medido al corazón del área y un remate de Javi Guerra supusieron el 1-3 con el que el delantero franjirrojo se despidió de un partido al que se incorporaba Manucho.

    Comesaña, que había realizado un partido sobresaliente pero que había bajado enteros cuando el físico le abandonó, debió dejar su sitio con una sobrecarga fruto de su inactividad de toda la temporada. Baena, recién recuperado de su lesión, tuvo una nueva oportunidad para contribuir a la causa, coincidiendo con ciertos minutos de mayor descontrol y agobio, bien resuelto por Gazzaniga bajo palos. Aday llegó solo al segundo palo, pero su remate se marchó fuera, un intento desde el centro sería bien detenido por Gazzaniga, que realizó una gran intervención a falta de catorce minutos con un disparo cercano que desvió a córner, poniendo prácticamente el cierre definitivo a las acciones reseñables de un partido en el que el Rayo se reencontró con su fútbol durante casi noventa minutos y con el marcador favorable ante uno de los grandes aspirantes al ascenso a Primera División.

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