CÓRDOBA 0 - RAYO VALLECANO 0

Ficha técnica:

Córdoba C.F. (0): Pawel, Héctor Rodas, Cisma, Antoñito, Bijimine, Juli, Edu Ramos (A), Pedro Ríos (Piovacari, minuto 82), Borja Domínguez, (Moha, minuto 72), Javi Galán (Esteve, minuto 60) y Rodri.

Rayo Vallecano (0): Gazzaniga, Rat (A), Dorado, Zé Castro, Quini, Trashorras (A), Baena, Embarba, Alex Moreno (Aguirre, minuto 45), Ebert (Miku, minuto 73) y Javi Guerra (Manucho, minuto 89).

Arbitro: Dámaso Arcediano.

El Rayo sumó un nuevo punto en su lucha por encontrar su sitio en Segunda División y lo hizo mejorando algunos aspectos relevantes respecto al partido ante el Zaragoza, pero quedándose en muy poco al analizar otras cuestiones de su fútbol. De partida, Baraja fue a buscar una 'jugada segura' dotando al equipo del empaque que otorga Baena para complementar la creación de Trashorras. Sin sorpresas en el centro del campo, tampoco quiso improvisar cambios en la defensa y volvió a tirar de Quini y Rat en los laterales y de Dorado y Zé en el centro de la zaga. Con las bandas para Embarba y Alex Moreno y la aparición de Ebert como complemento de Javi Guerra, el Rayo quiso tener velocidad por fuera y llegada por dentro, aunque el desequilibrio de los costados no tuvo reflejo en los remates a la portería de un Córdoba que casi no se sintió intimidado por un Rayo con más poder de mando, pero con muy poca o nula pegada.

Los primeros compases del encuentro presentaron a dos equipos que se respetaban tanto como para avisar demasiado cuando su intención iba más allá de desear que el de enfrente no le hiciera demasiado daño. Pese a esto, el Rayo fue más incisivo en la presión, se acompasó mejor y demostró que el insistente trabajo en esa faceta empieza a dar sus frutos. Esto, sumado a la aparente falta de calidad del conjunto local, que sufrió demasiado para salir de la presión, hizo que el partido se fuera decantando en cuanto a creación y presencia ofensiva de lado de un Rayo que, incluso así, fue incapaz de generar apenas peligro. Algunas llegadas por el exterior y tímidos remates alejados fueron todo el bagaje ofensivo de los de Baraja en la primera mitad. En cambio el Córdoba sí hacía trabajar a Gazzaniga, que terminó siendo el mejor de su equipo, con muy buenas intervenciones en la segunda mitad.

Tras el descanso, el control del Rayo se hizo mucho más evidente, aunque siguiera fallando en el último pase, en el último remate y en la última toma de decisiones de un equipo que poco a poco va mostrando cuáles son sus armas y sus intenciones. La incorporación de Diego Aguirre mejoró algo la imagen por la banda izquierda, aunque las llegadas del toledano tampoco fueron lo suficientemente efectivas como para decantar la balanza. El Córdoba, que tuvo que escuchar como su hinchada se enfadaba ante los errores que provocaban continuas pérdidas de balón, generaba todo el peligro que los Ebert, Guerra y compañía no eran capaces de crear en el otro área. Un par de buenas intervenciones de Gazzaniga salvaron a un Rayo que siguió mandando, que tuvo posesión y presencia, pero que se quedó en la intención y no en los hechos, sumando un punto que sabe a poco para lo trabajado, pero que es un buen botín para lo que pudo haber sido.