PUBLICIDAD

RAYO 2 - HUESCA 2- Crónica

El Rayo se ahoga contra diez

Los de Baraja fueron un equipo previsible y falto de mordiente, incapaces de superar el bloque defensivo oscense

Escrito por Domingo, 20 Noviembre 2016

    El Rayo Vallecano empató ante el Huesca pese a ser capaz de dar la vuelta al gol inicial del conjunto oscense y jugar durante casi una hora con un jugador más. El equipo se desesperó y fue incapaz de imponer su superioridad numérica.

     

    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (2): Gazzaniga, Rat, Zé Castro, Dorado (Lass, minuto 68), Quini (A), Zuculini (Fran Beltrán, minuto 45) (A), Alex Moreno (A), Ebert (Javi Guerra, minuto 77), Trashorras, Miku y Manucho.

    S.D. Huesca (2): Herrera, Jair, Valentín (Iñigo, minuto 20), Ferreiro, Gonzalo, Lazaro, Bambock, Samuel (David López, minuto 67), Vadillo (Soriano, minuto 37), Brezancic y Nagore.

    Arbitro: Cuadra Fernández. Colegio balear.

    Goles: 0-1. Minuto 20. Lázaro; 1-1. Minuto 35. Ebert, de penalti; 2-1. Minuto 58. Ebert; 2-2. Minuto 64. Lázaro

    El Rayo Vallecano dejó escapar una nueva oportunidad de reconducir la situación y lo hizo con Trashorras y Miku sobre el terreno de juego, dos de los jugadores más señalados hasta el momento, y lo hizo con Fran Beltrán en el banquillo y con Piti en la grada. Este Rayo es la viva imagen de la desesperación y de la incapacidad, su fútbol no enamora, no engancha, no transmite. La velocidad de su juego es extremadamente lenta, su tendencia a buscar a Alex Moreno le hace un equipo previsible y su falta de gol, con Manucho y Miku en punta y con Javi Guerra intentando reencontrarse como futbolista, transmiten muy malas sensaciones.

    El partido de hoy, ante un Huesca que venía con la lección bien aprendida, no fue un espectáculo en toda regla. Primero, porque el visitante no quiso entrar en la pelea y se limitó a aguantar el chaparrón y a golpear cuando tuvo licencia para hacerlo, y segundo, porque los locales, por más que quieran no parecen en condiciones de inquietar a casi nadie. Trashorras hoy volvió a ejercer de Trashorras, bajó a campo propio para recoger el balón, lo subió, casi siempre por la misma banda, e intentó ser el jugador que manejara el ritmo de una orquesta tan desafinada que ni el mejor director podría conseguir un solo acorde que sonara medianamente audible. Para sonidos, los constantes murmullos y silbidos cuando el capitán recogía el balón, o cuando Gazzaniga tardaba más de la cuenta en poner el juego en marcha de nuevo, o cuando Rat se equivocaba en un despeje. Con el ambiente algo enrarecido desde el principio y con la grada casi esperando el error para sacar todo lo que lleva dentro, el Rayo empezó a tambalearse cuando el Huesca, que llegó para defender y contraatacar, consiguió el 0-1 que hizo aparecer todos los fantasmas escondidos desde la marcha forzosa de Sandoval.

    El juego franjirrojo, con Alex Moreno intentándolo de todas las maneras posibles por la izquierda, y con Ebert bastante desacertado en la derecha, se limitaba a balones en busca de Manucho y a acciones aisladas de Miku. Aun así, un centro lateral con intento de remate de Ebert finalizó en un penalti que además dejó al Huesca con diez hombres por la expulsión de Brezancic, igualando el tanto inicial visitante logrado apenas siete minutos antes. El alemán Ebert lo transformó en el empate que pareció relanzar de manera definitiva las opciones de un Rayo timorato, nervioso e impreciso, que sería incapaz de imponer ni su condición de local, ni su superioridad numérica, ni su supuesta superioridad en calidad. Nada de nada.

    En la segunda mitad, con la entrada de Fran Beltrán en lugar de Zuculini para acompañar a Trashorras en el centro, se vio un poco más de agresividad en la medular y algunas acciones que pudieron decantar el choque, aunque la falta de acierto local terminó por desesperar a la hinchada franjirroja. Un segundo gol anotado por Patrick Ebert a falta de media hora fue el justo premio a la mayor intención de los franjirrojos por hacerse con tres puntos que el Huesca no buscó, limitándose a perder tiempo, a eternizar las acciones y a contentarse con lo que hasta entonces les era más que favorable. Con el 2-1 el Rayo no supo jugar con cabeza y siguió con su juego deslavazado y poco efectivo. El Huesca, bien colocado atrás y sacando el balón con calidad ante la presión vallecana, consiguió nivelar la contienda cuando Lázaro cazó un buen envío desde la banda derecha para rematar espectacularmente de cabeza superando a Gazzaniga.

    Desde ese momento, el Rayo fue un quiero y no puedo desesperante. Manucho no acertó y Javi Guerra, que se incorporó al tramo final del partido, no aportó nada nuevo al ataque de un equipo que se ahogó y fue incapaz de superar el muro plantado por Anquela en torno a la portería de un Herrera que dilató todo lo que pudo cada acción para desesperación de los locales y de una grada que ya no sabía si mirar al palco para volver a pedir que se marche Presa, si pitar a sus jugadores o si pedir que cambien de nuevo al entrenador. El Rayo se queda con sus malas sensaciones, con su decepción y con su desesperación, mientras el Huesca se lleva un punto trabajado que premió su puesta en escena.

    Escúchanos aquí

    SÍGUENOS EN TWITTER

    Ultimo partido

    Próximo partido

    05-05-2024 21:00