El Rayo Vallecano viajó a Tenerife con un equipo de circunstancias marcado por el alto número de jugadores lesionados que presenta en este tramo de la competición. Las significativas ausencias de Toño, Trashorras; Piti o Embarba, sumadas a las de Quini, Zuculini o Clavería, entre otros, obligó a Sandoval a completar la convocatoria con jóvenes como Joni Montiel, Lucho o Juancho de cara a un partido que debía confirmar la mejoría que espera el míster franjirrojo en los partidos que el Rayo disputa como visitante. No pudo ser.

La alineación no presentó novedades respecto al ensayo realizado por el técnico en las jornadas previas, con Beltrán, Cristaldo y Comesaña como ejes sobre los que debía girar el fútbol del equipo y con Manucho como referencia ofensiva para las llegadas de Alex Moreno y Ebert. Los primeros instantes del duelo fueron igualados, con ambos equipos intentando imponer su mayor peso específico en campo contrario. El Rayo buscaba la creación ofensiva y el Tenerife aprovechar la velocidad de Lozano para 'masacrar' a la defensa vallecana.

Con el primer cuarto de hora consumido, y tras varios avisos de la velocidad de Lozano, el Rayo sufriría el primer revés. Tras un saque de esquina que intentó despejar Comesaña, el ex rayista Camille robaría para poner un buen centro sobre la cabeza de Lozano, que anteriormente había forzado una amarilla a Amaya, y que remataría completamente solo llegando al primer palo para poner el 1-0 favorable a los suyos. Con el gol tinerfeño, el partido marcó mucho más la tendencia ofrecida por ambos equipos en el inicio. El Rayo quiso más balón, mientras el Tenerife se acomodaba en su zona, se aplicaba defensivamente y buscaba salir al ataque con calidad.

A los veinte minutos un centro lateral que se envenenó golpearía en el larguero de la portería de Gazzaniga, que ante la ausencia de Toño, sigue siendo el portero titular del cuadro vallecano. Sería el segundo aviso, el tercero supondría un nuevo tanto a favor de los chicharreros, que encontraron la mejor manera de llegar a la portería rival sin apenas despeinarse. Un lanzamiento largo para la carrera de Amath, que ganó claramente a toda la defensa vallecana, permitió al delantero local plantarse solo ante Gazzaniga para, tras recortar a Galán, anotar el 2-0. El Rayo temblaba y Sandoval y su estabilidad en el banquillo del Rayo mucho más.

El primer acercamiento franjirrojo con 'pólvora' llegaría cerca de la primera media hora de juego, con un remate de Cristaldo despejado por Dani Hernández a un costado. Como el partido iba de avisos, el segundo se convertiría en gol. Un gran remate de Fran Beltrán desde fuera del área supondría el gol de la tarde, permitiendo al Rayo meterse en un partido que tenía totalmente cuesta arriba y que se podría haber puesto mucho más si Lozano, tras un balón que no atrapó Gazzaniga con seguridad, hubiese acertado con la portería casi vacía que se le presentó de repente. Su intento se estrelló contra el larguero de la portería de Gazzaniga, dando paso a unos minutos frenéticos de ida y vuelta en los que pudo pasar de todo.

Galán y Nacho rondaron el empate, mientras Lozano, en otra de sus llegadas con peligro y con remate alto, caía lesionado y debía abandonar el partido en camilla tras sufrir un tirón en la parte posterior del muslo derecho. Las llegadas por banda y los envíos defensa-ataque del equipo insular seguían provocando verdaderos quebraderos de cabeza a los de Vallecas que, pese a todo, siguieron intentando igualar el partido antes del descanso.

Para el segundo período, Sandoval decidió dar algo más de profundidad a la banda derecha dando entrada a Lass en sustitución de Alex Moreno, manteniendo a Ebert en la izquierda y con Comesaña moviéndose con libertad en zonas intermedias.

El primer acercamiento peligroso sería de los locales que, con una llegada por derecha y remate final de Aaron en el segundo palo, se toparían con un gran Gazzaniga que salvó el tercero en contra del Rayo. El partido bajó de intensidad, la velocidad de las acciones se ralentizaría y los continuos parones por faltas llevaron el duelo a una fase discontinua y menos vistosa, hasta que de nuevo el Tenerife decidió poner tierra de por medio. Un pase interior filtrado entre los centrales dejó a Amath solo para encarar a Gazzaniga y hacer el 3-1, circunstancia que no terminó de tumbar definitivamente al Rayo.

Apenas dos minutos después del gol de Amath, un remate de cabeza de Manucho volvería a situar el duelo en diferencia de uno. El partido estaba loco y el Rayo no se daba por vencido. Sandoval, que había dado entrada a Mojica buscó más movilidad con la incorporación de Joni Montiel en lugar de Patrick Ebert, consumiendo de manera definitiva todas las alternativas de las que disponía para levantar un partido en el que siempre había ido a remolque y en el que Gazzaniga seguiría sumando protagonismo con intervenciones de auténtico mérito que mantuvieron al Rayo en el partido.

Joni Montiel tuvo su oportunidad a falta de diez minutos tras una buena acción individual desbaratada por Dani Hernández, con el Tenerife esperando consumir los minutos finales que le reportaran una victoria que nunca tuvo claramente garantizada, pero que siempre sintió como propia. El Rayo sigue sin ganar fuera de casa una semana más.