Ficha técnica:
Málaga C.F. (4): Kameni, Rosales (A), Sergio Sánchez, Welligton, Antunes, Camacho, Darder (Recio, minuto 58), Samuel (Horta, minuto 61), Juanmi, Samu Castillejo y Amrabat (Roque Santa Cruz, minuto 76).
Rayo Vallecano (0): Toño, Insua (Aquino, minuto 29), Zé Castro, Amaya (A), Tito (A), Baena (A), Trashorras (Jozabed, minuto 51), Kakuta, Pozuelo (Manucho, minuto 59), Licá y Leo.
Arbitro: Alvarez Izquierdo.
Goles: .1-0. Minuto 5. Samuel; 2-0. Minuto 20. Darder; 3-0. Minuto 45. Juanmi; 4-0. Minuto 48. Amrabat, de penalti.
El Rayo Vallecano fue incapaz de plantar cara a un Málaga que planteó un partido de desgaste, presión y trabajo colectivo para contrarrestar la apuesta futbolística de los de Jémez. A partir de ahí, la historia fue contundente con los franjirrojos.
Con los centrales ocupados por Amaya y Zé Castro, y con Insua en el costado izquierdo, el equipo vallecano intentó frenar un inicio de partido que ya puso las cosas claras. Nada más arrancar el choque, un pase interior para el omnipresente Amrabat estuvo a punto de convertirse en el primer gol del partido, cuando apenas se habían consumido veinte segundos.
Este aviso puso sobre la pista a los madrileños, que sufrirían para desplegar su juego y que se verían totalmente a merced del planteamiento táctico diseñado por Javi Gracia, hoy muy superior a Jémez en la estrategia del partido. Los malagueños sabían perfectamente dónde podían hacer daño a su rival y metieron hasta siete hombres en la presión a campo contrario, provocando continuas pérdidas de balón de los visitantes y constantes ocasiones de peligro sobre el portal defendido por Toño. Amaya había salvado a su equipo en la primera acción del partido, pero en la segunda un remate de Samuel desviado involuntariamente por Zé Castro sorprendía al cancerbero del Rayo.
Pese al gol las cosas no variaron. El Rayo no despertó y el Málaga no cejó en su empeño de seguir asfixiando el juego combinativo de su rival. Samu Castillejo, que realizó un gran encuentro, remató buscando el segundo de la tarde tras varios recortes dentro del área, pero su intento se marchó cerca del palo. Darder lo intentó tras el enésimo robo de balón en la salida de los franjirrojos y lo encontraría unos minutos después al rematar un buen envío desde la izquierda. En veinte minutos el Rayo había visto como el Málaga sumaba los tres puntos, porque no se veía atisbo de recuperación.
A la media hora, Insua abandonaba el terreno de juego y Aquino entraba para reforzar el juego ofensivo, provocando ajustes en defensa. Zé Castro se fue al costado izquierdo y Baena retrasó unos metros su posición para ayudar en funciones defensivas. Entre tanto, el Málaga levantó algo el pie del acelerador y permitió algún que otro acercamiento franjirrojo. Un remate de falta efectuado por Trashorras a las manos de Kameni sería la mejor aportación ofensiva de un Rayo totalmente desdibujado y fuera de sitio.
Para redondear la faena, Juanmi, en el último minuto de la primera mitad, situaría el 3-0 en el marcador evitando cualquier opción de remontada.
Tras el descanso llegaría una nueva desgracia. Antonio Amaya cometía un claro penalti en el 48 y Amrabat situaría el 4-0 definitivo en el marcador de un partido que ya no tendría mucha más historia. El Málaga, con total comodidad, siguió esperando las recuperaciones de balón y continúo enviando balones al hueco. Amrabat en un mano a mano con Toño remató fuera, mientras Horta, que había entrado en la segunda mitad, se encontró con el cancerbero vallecano en su intento a puerta.
El Rayo intentaba, a base del poco orgullo que permitía la goleada, poner en aprietos a un Kameni que disfrutó de una maravillosa mañana de sol y de una espléndida jornada de fútbol de un Málaga que fue infinitamente superior a un Rayo que estuvo desconocido.
