El Rayo Vallecano volverá a tirar de su 'seña de identidad' de los últimos años para afrontar uno de los partidos más esperados de la temporada por el espectáculo que promete, pero también uno de los más severos con la apuesta futbolística del equipo. Dieciséis goles en contra y ninguno a favor en las tres temporadas precedentes dejan bien a las claras la tremenda desigualdad que este enfrentamiento ha ofrecido, tanto con Sandoval, como con Paco Jémez en el banquillo.

La diferencia de historial, de presupuesto, de capacidad, de afición, de presente y de futuro no deja lugar a las sorpresas, mucho menos con el afán del entrenador vallecano de seguir jugando a lo mismo de siempre, contra el rival de turno, aunque ese sea uno de los mejores equipos del mundo. Con la bandera de la posesión, tanto Jémez como Luis Enrique, envuelven sus respectivas apuestas de juego. Todo se desarrolla en torno al balón y al dominio de las situaciones. Pérdida significa presión asfixiante sobre el rival y sacrificio físico, recuperación implica solidaridad en el desmarque y generosidad en el toque. El equipo corre más sin balón que con él, porque cuando lo maneja son el propio esférico y el contrario los que más movimiento deben tener. Esa es la base del juego del Barcelona y el Rayo Vallecano que, salvando las enormes distancias existentes, juegan a lo mismo.

La temporada pasada el Rayo le robó la posesión de balón al Barcelona en el Estadio de Vallecas, perdiendo por 0-4, mientras que el Celta de Luis Enrique hizo lo propio con el conjunto rayista, tirando por tierra los planteamientos iniciales de ambos técnicos. Aún así, su idea es innegociable.

El Rayo se ha hartado de afirmar en las diferentes comparecencias de sus jugadores que irán a pelearle el partido al Barcelona. Los barcelonistas, que llegan al Estadio de Vallecas tras su primera derrota y sus primeros goles en contra, buscarán un bálsamo para aliviar el mal sabor de boca que dejó su visita al Paris Saint-Germain, centrándose en la liga tras su goleada (6-0) al Granada de Piti.

Messi en plenitud de condiciones, Neymar, que acumula siete goles en siete partidos oficiales esta temporada, y la irrupción de los jóvenes Munir y Sandro, serán las notas destacadas de un Barcelona que ya podrá contar con su tercer portero, Masip, tras recuperarse de una fractura del quinto dedo de la mano derecha. Aún así, la presencia de Bravo bajo palos parece indiscutible y la de Stegen en la convocatoria más que recomendable, tras su mal papel en París.

Xavi Hernández podría estar ante su última presencia en el Estadio de Vallecas (salvo un hipotético emparejamiento copero en meses venideros). El centrocampista azulgrana, que ha vuelto a recuperar parte de las sensaciones que parecía haber aparcado tiempo atrás, podría gozar de sus últimos minutos en el estadio franjirrojo. El incombustible centrocampista del Barcelona buscará de nuevo la titularidad junto a Rakitic y Busquets, en un centro del campo de mucho talento y de compromiso defensivo renovado tras la llegada del técnico asturiano.

El Rayo pretende llevar su valentía hasta el último extremo

Con el apoyo de su afición, que ya prepara sus armas en las jornadas previas, el Rayo Vallecano buscará dar la gran sorpresa ante el cuadro catalán. Para lograrlo, Jémez no ha tenido más que pedir a sus jugadores que sigan creciendo y apoyándose en la confianza que otorgan las victorias ante el Athletic y el Levante de las jornadas anteriores. Además, en un ejercicio de autocrítica, los franjirrojos supieron interiorizar los métodos de corrección que les brindó principalmente la derrota del Madrigal, pero también las de Riazor y Vallecas, ante Dépor y Elche, respectivamente. Con la valentía como estandarte, el Rayo sueña, con respeto... pero sin miedo.

Para conseguir su objetivo, es probable que Jémez no toque prácticamente nada de lo que hasta ahora le está dando resultado. Toño seguirá siendo el portero titular, con Insúa y Tito en los costados y con Abdoulaye y Zé Castro en el centro de la zaga. El portugués, que ha estado 'entre algodones' durante toda la semana, podría llegar a tiempo para la disputa del encuentro,aunque se probará en la última sesión preparatoria. Por delante, Baena, que este año ha dado dos pasos al frente para convertirse en el auténtico guardián del centro del campo, y Trashorras, que mientras le aguante el físico seguirá siendo el timón del equipo. El todoterreno Gael Kakuta y, probablemente Licá, aunque Aquino vuelve a llamar con insistencia y galones a la puerta de la titularidad, se repartirán las bandas, con Alberto Bueno en el enganche y el goleador Leo en punta. El hispano brasileño recogió el testigo del madrileño y con dos 'dobletes' ya suma tantos goles como él.

El Rayo quiere soñar e intenta ilusionar a los suyos hablando de espectáculo, de posesión, de fútbol, de ataque, de valentía, de goles y, quién sabe si también de victoria. La historia más reciente se ha saldado con severas goleadas en contra, pero por Vallecas muchos confían en que el 'Matagigantes' regrese de nuevo. Su primera aparición ya tiene cita: Sábado, 18 horas, en el Estadio de Vallecas.