Vaya guerra de partido, que ha terminado con una discusión bastante acalorada.

Ellos creían que nosotros teníamos que dejarnos ganar y nosotros queríamos ganar. Algunos de ellos se sintieron ofendidos porque íbamos para adelante y nos decían que parasemos un poco, que pisáramos el freno... una lástima, porque nos ganaron y lo hicieron bien, nosotros nos fuimos para adelante y hay que felicitarles porque nos ganaron y lograron la salvación meritoriamente, pero alguno seguía enfadado porque intentamos ganar. Hay algunas actitudes que tendrían que valorar algunos jugadores.

Estaría bien que te vuelvas a cruzar con ellos aquí en Vallecas de nuevo.

Ojalá que lleguemos a un acuerdo y que pueda seguir disfrutando de esta ciudad maravillosa y de este club espectacular.

¿Recuerdas cuando hace unos meses salías y casi pasabas desapercibido y cómo has conseguido convertirte en uno de los ídolos de la afición de Vallecas?

Me considero un jugador que no paso desapercibido, o me insultan o me quieren. Pasé un poco de las dos, fue un año bastante bueno en cuanto al juego, y la segunda parte fue mejor porque hice los goles y se destaca más el juego. A lo largo del año siempre mostré regularidad en cuanto al juego, y cuando el equipo se encontró y empezó a funcionar mejor, se vio la mejor versión de Larrivey.

Te has arrancado a compartir con la afición estos últimos momentos.

Agradecimiento total de parte de todos mis compañeros, me llamaron a mí y tuve que ir. Agradecido a toda la afición y lo mínimo que podía hacer era ir a saludar en nombre de toda la plantilla. Fue un año maravilloso que no pudimos coronar con una victoria, que creo que merecimos, y que se nos escapó al final. Quedó reflejado el esfuerzo y las ganas que le pusimos y la afición se siente identificada con nosotros y nosotros con ellos, porque nos apoyaron en los momentos más difíciles.

¿Qué has sentido ahí arriba cantando?

Una emoción espectacular. Me hubiera gustado cerrar el año con un gol y con una victoria para agradecer el apoyo, pero por lo menos agradecer que desde el primer momento que llegué acá me sentí como en casa y, pase lo que pase, si me quedo o si me voy, siempre estará el Rayo en mi corazón y en el de mi familia, porque vivimos esta aventura todos juntos y la verdad es que ha salido bastante bien. Fue espectacular, un año muy lindo.

¿Si te hubieran dicho al principio de año que ibas a vivir tantas sensaciones diferentes, te lo hubieras creído?

Uno siempre está ilusionado con que las cosas vayan bien. La primera fase fue complicada, porque en la adaptación es raro que las cosas arranquen bien de principio y siempre se disfruta más cuando probaste el sabor amargo de las cosas cuando van mal. Cuando se dan vuelta y el esfuerzo de todo un año, con mucho trabajo, da sus frutos, se disfruta mucho más y uno lo pasa bastante mejor.

Habéis demostrado que la base del éxito está en el trabajo en equipo.

La base fue el trabajo, la humildad, creer en una idea... Cada uno desde donde está le toca aportar su granito de arena. La afición, los jugadores, el cuerpo técnico... cada uno desde donde le tocó, el que jugó más y el que lo hizo menos, todos somos parte de este año tan bueno, que pudo haber sido mejor si hubiéramos sumado puntos en las tres últimas jornadas. Fue un objetivo cumplido para todos.

¿Qué nota te pones en la temporada?

Fue una de mis mejores temporadas, lo que significa que fui muy feliz acá. Veremos lo que ocurre el año que viene, pero fue una temporada espectacular.