Ficha técnica:
Rayo Vallecano (1): Rubén, Arbilla, Zé Castro, Gálvez (A), Rat, Saúl, Trashorras, Bueno (A) (Jonathan Viera, minuto 66), Falque (Longo, minuto 89)(A), Rochina (José Carlos, minuto 66) y Larrivey.
C.A. Osasuna (0): Andrés Fernández, Oier (A), Arribas (A), Loties, Damiá (A), Silva (A)(Acuña, minuto 77), Puñal (A), Cejudo (Lobato, minuto 89), Torres (Oriol, minuto 85), Loe y Riera.
Arbitro: Iglesias Villanueva.
Goles: 1-0. Minuto 89. Larrivey, de penalti.
Un penalti cometido sobre el onubense José Carlos, con el tiempo prácticamente cumplido, sirvió para que el Rayo Vallecano lograse la victoria ante un C.A. Osasuna al que únicamente le dio por correr cuando lo tenía todo perdido. Larrivey anotó el gol que finiquitaba un partido en el que el Rayo fue de menos a más para terminar avasallando a los rojillos, que racanearon y especularon hasta pagar su falta de profundidad.
Finalmente no hubo variaciones en el equipo de Jémez. El técnico franjirrojo, que dudó entre dar descanso a alguno de sus 'jugadores franquicia' o aprovechar el tirón de su buena racha, se inclinó finalmente por dar continuidad al ritmo impuesto por un bloque homogéneo y que ya ha demostrado su validez.
Enfrente aparecía un Osasuna en horas bajas y sin entrenador, sancionado en el último encuentro liguero ante el Sevilla, y su irrupción en el Estadio de Vallecas pareció mostrar un atisbo de recuperación. Su intención fue mayor que su acierto pero, al menos, los rojillos arrancaron el choque con ganas de demostrar que les iba la vida en el intento y que su paso por Vallecas no podía ser testimonial ni teórica, sino práctica y efectiva.
Durante más de veinte minutos, los visitantes maniataron el centro del campo franjirrojo, cortaron las vías de escape, apretaron en la salida del balón y plantearon un partido táctico y espeso del que había poco que rescatar. Los primeros intentos de los navarros fueron contestados posteriormente por un Rayo que poco a poco iba despertando, como preámbulo de lo que sucedería en la segunda mitad. Así, Falque, Rochina y Bueno intentaron inquietar a un Andrés Fernández que no había sufrido más que en envíos desde el lateral que atravesaban el corazón del área sin rematador, para disgusto de una afición que, una vez más, estuvo de diez.
José Carlos, siete meses después, reapareció, venció y convenció
En el segundo período, el Rayo saldría mandón, dominador, consciente de la importancia de una victoria. Los tres puntos en juego eran media vida, sobre todo, pensando que el Bernabéu espera a los vallecanos el próximo sábado. A los cinco minutos Larrivey veía cómo se le anulaba un gol por fuera de juego, en una acción que significaría el pistoletazo de salida para una carrera sin retorno. Los envíos al área empezarían a ser la tónica de un choque en el que Gálvez rozó el premio, aunque su remate se marchó fuera, y en el que Larrivey volvería a ser pieza clave en la última línea de los vallecanos.
Viendo que el partido no se desatascaba, Paco Jémez movía ficha y daba entrada a Jonathan Viera y a José Carlos, que reaparecía siete meses después de su desgraciada lesión. La entrada de ambos jugadores sería providencial. El canario empezó a desequilibrar la defensa visitante con sus internadas con regates eléctricos. Suya sería una de las mejores ocasiones del segundo período, aunque no pudo culminar su acción individual con remate a portería. Trashorras se sumaría a la fiesta con un disparo desde la frontal que detuvo con apuros Andrés. Y José Carlos remató la faena provocando un penalti a falta de dos minutos para el final que a la postre supondría la victoria 'in-extremis' de un Rayo que mereció más que su rival y que logró tres puntos que le permiten sonreír sin miedo a perder la sonrisa.
