¿Qué valoración hacéis de la derrota? ¿Cómo estaba el vestuario?

El vestuario estaba triste por la derrota, siempre tranquilos, porque es un equipo que no se queda nada, pero muy tristes porque teníamos muchas ilusiones puestas en sacar algo positivo y no lo conseguimos. Así que tristes, pero siempre con esperanza y fe en que la situación puede cambiar.

Lo habéis intentado hasta el final y a pesar del momentáneo 1-4 habéis seguido buscando el gol.

Con el 0-2 lo seguimos intentando, nos pusimos 1-2 y tuvimos una posibilidad muy clara en un contragolpe que fallamos en el último pase. En el último minuto del primer tiempo nos hicieron el 1-3 y se hizo todo muy cuesta arriba. Hoy lo rescatable del equipo fue que siempre siguió intentándolo, siguió jugando y hasta el final lo dimos todo. Eso es lo único rescatable, porque perder de nuevo es frustrante. Ahora a pensar en lo que viene, que es importante, a no bajar la guardia y a seguir creyendo en nosotros.

Ahora habrá que pensar en el Levante, que es un partido muy importante.

Importantísimo, para nosotros cada partido es una final. Hay que pensar en que se puede ganar, tratar que los errores cada vez sean menos, concretar las ocasiones que tenemos y se puede ganar. Todos tenemos la confianza en que se puede dar.

La afición parece que se ha cansado de los errores defensivos y de la forma de jugar del equipo sacando el balón desde atrás, ¿cómo vivís los silbidos de vuestra afición desde dentro del campo?

Intentamos abstraernos de lo que piensa la afición. Obviamente la afición siempre quiere ganar, es una afición que apoya siempre, incluso cuando vamos perdiendo, pero nosotros tenemos que hacer lo que nos pide el técnico, que es tratar de salir jugando por abajo. Cometemos errores y está bien que se manifiesten y expresen lo que piensan, pero nosotros tenemos que tratar de no entrar en ese nerviosismo que a veces transmite la afición por vernos ahí abajo. Es una hinchada espectacular y tenemos que agradecerle el apoyo que nos da hasta el último momento.