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Ficha técnica:

Elche (2):Toño, Damián, Albacar (A), Lombán, Botía, Aaron (Manu del Moral, minuto 69), Rubén Pérez (Carlos Sánchez, minuto 81), Cristian, Carles Gil, Márquez (A) y Coro (Boakye, minuto 75).

Rayo Vallecano (0): Rubén, Tito, Gálvez (A), Saúl, Nacho (A) (Adrián, minuto 30), Baena (R), Trashorras, Lass, Bueno, Viera (Embarba, minuto 77) y Nery Castillo (Larrivey, minuto 68).

Arbitro: Pérez Montero.

Gol: 1-0. Minuto 18. Albacar, de penalti; 2-0. Minuto 79. Javi Márquez.

El cambio de imagen experimentado por el Rayo Vallecano tuvo esta tarde en el Martínez Valero de Elche la versión más anodina y desdibujada de un equipo que volvió a ofrecer todo el repertorio de limitaciones a diferentes niveles, durante noventa minutos en los que estuvo a merced de un rival que trabaja por salvar la categoría y que hoy demostró estar a mejor nivel que los vallecanos.

Varias claves marcaron el partido ante los ilicitanos. Por un lado, la falta de fluidez en la circulación del balón. Trashorras no encuentra las asociaciones que eran habituales en las triangulaciones del equipo de Jémez y, unas veces por sus errores, y otras por la falta de ayuda, su juego se diluye y el gallego desaparece. Por otro lado, las habituales facilidades defensivas volvieron a aparecer una vez más, elevando la sensación de peligro de cada envío al área de Rubén. Tercero, y no menos importante, hombres clave como Jonathan Viera, estuvieron por debajo de su nivel. Y, por último, pero no menos importante, no generar ninguna ocasión clara de gol durante noventa minutos de partido, ni con Castillo en la primera mitad, ni con Larrivey en la segunda, deja muy expuesto al conjunto franjirrojo.

Con estos condicionantes ya habría razones suficientes para explicar lo sucedido en el Martínez Valero, pero no fue lo único. Un más que dudoso penalti de Raúl Baena, cuando no se habían cumplido los primeros veinte minutos de encuentro, y la consiguiente e injusta expulsión del malagueño, lastraron mucho más las opciones de un Rayo que sufrió, peleó y siguió sufriendo para terminar buscando su esencia en zonas del terreno de juego donde no se debería buscar, y donde ya ha quedado suficientemente demostrado que no la encuentra. El equipo vallecano se empeña en tocar el balón en zona defensiva, ante la presión del rival, para terminar mandando balones largos a Lass, que volvió a ser el jugador más desbordante del equipo y el más desquiciante, porque cada desborde terminaba en pérdida o en pase sin ningún peligro.

Así las cosas, con un gol de penalti anotado por el ex-jugador del Rayo, Edu Albacar, y con el conjunto vallecano persiguiendo sombras, se iba consumiendo una primera mitad en la que el técnico franjirrojo se liaba la manta a la cabeza sustituyendo a Nacho por Adrián y situando defensa de tres, con Tito, Gálvez y Saúl, que hoy regresaba al centro de la defensa, con Mario y Rodri viendo el partido desde el banquillo y Galeano desde su casa.

Buscando mayor protagonismo ofensivo, Rubén salvó la goleada

La segunda mitad empezó con un Rayo algo más dominador. El conjunto franjirrojo no se olvidó del marcador y, consciente de la poca efectividad de su rival en ataque, confió su suerte a alguna acción ofensiva que le solventara la papeleta y salvase los muebles, que en el naufragio ya empiezan a ser un lastre.

Superado el primer cuarto de hora, llegó el recital de paradas de Rubén, sin duda, mala señal para el cuadro vallecano. Aaron habilitaba a Javi Márquez, que remataba alto. Era la primera de una serie de acciones con las que el Elche pudo haber goleado a su rival. Remate de Coro detenido por Rubén, paradón del gallego ante un nuevo intento de Aaron, otro remate de Coro y nueva intervención de Rubén y un nuevo lanzamiento de Damián despejado por el cancerbero vallecano, dejaban en evidencia a la defensa de un Rayo que seguía sufriendo.

Con el equipo roto por la inferioridad numérica y por el desgaste propio de los minutos, un nuevo error defensivo permitió al Elche rematar la faena y hundir al cuadro vallecano. Rubén cedía a Saúl, el centrocampista reconvertido en central se dormía y permitía a Boakye robarle la cartera. El balón rebotado llegaba a las botas de Javi Márquez, que en esta ocasión no perdonó, poniendo la puntilla a un partido en el que los franjirrojos no tuvieron opciones.

El Elche pone tierra de por medio con el descenso y deja atrás a un Rayo que deberá buscar, primero su propia identidad futbolística y, posteriormente, la estabilidad defensiva y un jugador que dé sensación de peligro en área contraria. Mucho trabajo por delante.