Los Reyes Magos de Oriente aterrizan en el barrio de Vallecas para dejar en los alrededores del Estadio vallecano toda la ilusión y la esperanza que miles de seguidores franjirrojos han depositado en el nuevo año para su equipo. El Rayo es un equipo luchador, un club que aspira seguir viviendo, a seguir respirando entre los grandes, a mantener un hueco labrado a base de esfuerzo y tesón. El 2014 que acabamos de estrenar devuelve el fútbol a Vallecas en el día más especial para los niños y con la ilusión de los niños no se juega.
Hoy, el Rayo de Paco Jémez gozará de la enésima oportunidad de ofrecer a su parroquia una buena noche de fútbol y una victoria que se antoja imperiosa para, aunque no sirva para salir del descenso, mantener intactas las opciones de aguantar en el grupo de cola sin descolgarse. Por Vallecas, el que más y el que menos parece haberse cansado de los halagos generalizados de todos los rivales, que casi siempre terminan 'mojándole la oreja' a su equipo, y empiezan a pedir resultados por encima de estadísticas de remates a puerta, posesión de balón y otra serie de cuestiones que, a los estudiosos del fútbol les sirve, pero que al aficionado de a pie no le dicen más que su equipo está en puestos de descenso y luchando por sobrevivir.
Para el encuentro que estrenará el nuevo año, Paco Jémez ha decidido no ofrecer una convocatoria definitiva, aunque tampoco se esperan grandes sorpresas vista la gran cantidad de bajas con las que se encontrará de nuevo para confeccionar la lista y la alineación inicial ante el Villarreal. Estarán ausentes por lesión Larrivey, Zé Castro, Arbilla y Cueva, que en la última sesión continuaron con su trabajo individualizado, al igual que Seba Fernández, que avanza de manera satisfactoria de su lesión de larga duración. Además, y por diversas causas, también han estado 'tocados' esta semana tanto Jonathan Viera como Alberto Bueno, aunque ambos estarán disponibles para medirse a los castellonenses.
El Villarreal, un recién ascendido con aspiraciones europeas
Cuando las cosas se hacen bien, los resultados llegan. Esa máxima de la vida, aplicada al fútbol, tiene su máximo exponente en el Villarreal. El conjunto levantino, que descendió a Segunda División la maravillosa tarde del gol de Tamudo al Granada, supo rehacerse, recuperar su sitio en Primera y confeccionar una plantilla del potencial suficiente como para haber estado entre los primeros equipos de la liga durante toda la primera vuelta. Los tres últimos encuentros, en los que tan solo han sumado un punto, han provocado su descenso en la tabla, lo que no resta méritos a un equipo de gran potencial y de exquisito gusto por el trato al balón y la combinación colectiva. Sus últimas apariciones, tras empatar con el Atlético de Madrid (1-1) y derrotar al Levante en el derbi de la comunidad valenciana por 0-3, han sido un empate con el Málaga (1-1) y dos derrotas consecutivas, ante el F.C. Barcelona (2-1) y el Sevilla (1-2).
La derrota ante los sevillistas dejó como daño colateral la expulsión del técnico Marcelino, que fue sancionado y no podrá ocupar su sitio en el banquillo del Estadio de Vallecas por sus reiteradas protestas a Gil Manzano antes del descanso del choque con los sevillistas.
Enchufados tras el parón navideño y con ganas de remontar el vuelo
Paco Jémez afirmó en la rueda de prensa previa al choque de hoy que su equipo ha regresado del parón navideño en un gran estado de forma y con muchas ganas de lograr salir del descenso en las dos próximas jornadas. Entre medias estará el choque copero ante el Levante, aunque esa será otra historia a partir del martes. De momento, y tras los resultados de esta jornada, una hipotética victoria ante el Villarreal no serviría para abandonar puestos de descenso a Segunda, deparando un empate a dieciséis puntos con el Valladolid y probablemente con el Celta de Vigo, que se medirá unas horas antes al Real Madrid en el Bernabéu. Un empate o una derrota, dejarían a los franjirrojos algo más descolgados de los puestos de salvación, acompañando a un Real Betis que sigue sin remontar el vuelo y que una jornada más continuará siendo colista de Primera División con tan solo once puntos.
Lo atípico del día en el que se disputa el partido (lunes, 6 de enero - 22 horas) ha obligado a los dirigentes franjirrojos a inventarse una iniciativa de última hora que llega tarde y con algo de precipitación y que demuestra, una vez más, lo atropelladas que se siguen haciendo algunas cosas por Vallecas. La oferta que ha realizado el club franjirrojo a sus abonados, acertandon en las formas y la idea, aunque fallando en los tiempos, es el regalo de una entrada para el partido con el Villarreal a los niños menores de 14 años que acompañen a un abonado rayista, que tendrán su cita en las taquillas centrales del estadio a partir de las 18 horas, es decir, apenas cuatro horas antes del inicio del partido.
Precisamente será ese factor, la fecha y la hora de disputa del partido, la que pueda marcar el desarrollo de un partido que, disputado en cualquier otro momento, podría haber ofrecido un buen espectáculo en las gradas del estadio franjirrojo.
