El Rayo Vallecano afronta la Copa del Rey desde varios puntos de vista. Por un lado, sirve para que algunos jugadores que salen de lesión o que apenas han tenido oportunidades hasta el momento, acumulen minutos de competición oficial y reivindiquen un puesto que actualmente se les está negando. Además, pasar a octavos, eliminando a un rival directo por eludir el descenso en liga, se ve en Vallecas como un empujón psicológico que pueda ayudar al equipo a recobrar la confianza que parece haber perdido tras acumular derrota tras derrota en liga. Para conseguirlo, Jémez confía en que llegue el acierto de cara al gol, porque con su fútbol, el técnico considera que es suficiente para ganar partidos.

La línea que buscará el cuadro franjirrojo será la exhibida en el encuentro de ida en Pucela. Allí, los franjirrojos estuvieron a buen nivel, con dos estiletes ofensivos por banda izquierda (Mojica y Lass) y con un Gálvez espectacular que, recién recuperado de su lesión, se marcó un partido sencillamente espectacular junto a Galeano, que también estuvo muy correcto en su labor defensiva.

Para el partido de mañana se espera que Zé Castro vuelva a aparecer en la alineación inicial, al igual que Cobeño y, previsiblemente, Saúl, que fuera baja en el encuentro ante el Granada del pasado fin de semana por sanción y que, con una semana de descanso, podría volver a formar en el once inicial del Rayo. La baja de Larrivey en punta de ataque dará la alternativa al mexicano Nery Castillo, que ya disputó algunos minutos ante los granadinos.

El técnico ha pedido a sus jugadores que no abandonen la filosofía que, desde el principio de temporada, está intentando inculcarles, porque para Jémez ese es el camino que debe devolver al Rayo a puestos más tranquilos y que debería ser suficiente para, ante su público, dar un paso adelante en la Copa del Rey. En octavos espera el Levante.

El Valladolid llega con la moral por las nubes tras la exhibición de Guerra ante el Celta

La victoria del pasado lunes, en el partido que cerraba la jornada 16 de liga ante el Celta, ha servido para que el Valladolid afronte el choque de mañana con muchas menos urgencias. Los de Juan Ignacio Martínez llegan con la esperanza de repetir sus últimas apariciones por el barrio de Vallecas, en las que lograron la victoria. La última se produjo por un claro 0-3 esta misma temporada.

Para el encuentro de mañana, el cuadro vallisoletano contará con Manucho en punta de ataque, aunque sin descartar la presencia de un Javi Guerra que consiguió un triplete ante el Celta el pasado lunes. Los blanquivioleta, que estarán apoyados en la grada por un grupo de aficionados que ha planificado el viaje a Vallecas, viajarán mañana en tren.