Ficha técnica:

Rayo Vallecano (0): Rubén, Tito, Galeano (A) (Mojica, minuto 45), Gálvez (A), Nacho (A)(A), Baena (Falque, minuto 80), Trashorras, Bueno, Jonathan Viera (Nery Castillo, minuto 75), Lass y Larrivey (A).

Granada (2):Roberto, Foulquier, Mainz, Murillo, Angulo (A), Iturra, Yebda (A) (Recio, minuto 57), Fran Rico (A), Brahimi, Piti (A)(Pereira, minuto 82) y El-Arabi (Riki, minuto 70) (A).

Arbitro: Muñiz Fernández.

Goles: 0-1. Minuto 35. Fran Rico; 0-2. Minuto 89. Riki.

El Rayo Vallecano volvió a caer derrotado en su estadio y volvió a ofrecer una cara poco atractiva en su enfrentamiento con un rival directo, el Granada de Piti, que con muy poco se llevó mucho del Estadio de Vallecas. Los franjirrojos, que se quedaron con diez en la recta final de la primera mitad, mostraron su incapacidad para sobreponerse al gol en contra anotado por Fran Rico.

Jémez inició el choque contra el Granada apostando por la pareja de centrales que tan buen rendimiento había ofrecido en la Copa del Rey, aunque posteriormente, y debido a las circunstancias, tuvo que romperla para volver a apoyarse en la defensa de tres que le sirviera para recuperar presencia ante la inferioridad numérica. Para apoyar a Gálvez y Galeano puso por delante a Raúl Baena, dando total libertad a Roberto Trashorras en la creación y permitiendo la movilidad habitual de un Jonathan Viera que se mostró menos determinante que en otras ocasiones, y confiando en Lass y Bueno como compañeros de viaje de un Larrivey totalmente desasistido en punta de ataque.

El partido arrancó con un Granada muy valiente en su planteamiento táctico inicial. Los de Alcaraz mostraron sus cartas desde el primer minuto y se lanzaron a la presión en campo contrario y, con una defensa muy adelantada, asfixiaron constantemente la salida de balón de un Rayo incapaz de encontrar soluciones a la apuesta visitante.

El primer aviso serio del partido lo daría Gálvez, con un lanzamiento de falta directa que obligó a Roberto a mostrarse firme para detener el duro golpeo del central. El Granada apretaba y dificultaba la salida del balón con Trashorras muy presionado y con Lass como el hombre más desequilibrante del partido en el bando vallecano. Galeano estuvo cerca de lograr el 1-0 en un remate de cabeza que se marchó desviado, en la acción previa a la más clara de todo el partido para los granadinos. El Arabi recibe un balón en clara ventaja y con la portería vacía es incapaz de rematar entre los tres palos, para sorpresa de los poco más de ocho mil espectadores que acudieron a presenciar el encuentro en la tarde de hoy.

Con el partido instalado en una fase de total sosiego y con los dos equipos cómodamente instalados en sus respectivos papeles, llegó el primer mazazo para el Rayo. En un lanzamiento de falta lateral enviado por Fran Rico al corazón del área, varios jugadores acuden a su encuentro, ninguno logra rematar ni despejar y el balón supera a Rubén para inaugurar el marcador. El Granada había hecho muy poco a nivel ofensivo, pero mandaba en el marcador y se erigía en el equipo que debía mantener el control del ritmo del partido para aprovechar dicha ventaja.

Entre tanto, Muñiz Fernández se dedicaba a mostrar cartulinas amarillas a los locales en cada acción que un jugador del Granada caía derribado. Así, entre el descontrol del gol en contra y el recital del colegiado llegó la segunda acción determinante del encuentro. Nacho se escapaba entre la defensa granadina, notaba un leve contacto por detrás y caía al suelo. Muñiz entendió que el lateral quiso engañarle y, como ya había visto una tarjeta amarilla en una acción anterior, decidió enviarle al vestuario unos minutos antes del descanso.

Con el equipo en inferioridad numérica Jémez arriesgó y, en lugar de mover una pieza de arriba para dar entrada a Mojica, en lugar de sacar a Bueno y dejar todo el carril para el colombiano, o quizá sacrificar a Larrivey, centrar a Bueno y dar la oportunidad a Mojica, decidió jugársela quitando al central Galeano y volviendo a la defensa de tres, con Gálvez en el centro y Tito y Mojica en las bandas.

El Rayo mejoró, pero no lo suficiente como para dar la sensación de ser capaz de reaccionar y dar la vuelta al marcador. El Granada, por su parte, buscó los lanzamientos largos y la velocidad de sus puntas para sorprender a un equipo que intentaría volcarse en busca del empate que no lograría. Jonathan Viera lo intentó con varios lanzamientos que supo detener el meta Roberto, también Larrivey buscó el empate y Falqué, que se incorporó en la segunda mitad junto a Nery Castillo, en sustitución de Baena, tuvo la suya con un remate de cabeza que se marchó fuera.

Con el cuadro vallecano volcado hacia campo rival, un lanzamiento al hueco para el recién incorporado Riki fue aprovechado por el delantero para superar a Rubén, que no acertó a salir para despejar el envío a la espalda de la defensa, encajando el segundo y definitivo gol de un partido que deja muy tocado a un Rayo incapaz de mostrar su reacción ante un Granada que se llevó una victoria aparentemente sencilla.