El penalti y la expulsión condicionan mucho el partido.

El ponerte con 0-1 y quedarte con uno menos tan pronto te obliga a hacer un esfuerzo grandísimo, tener que arriesgar más de lo que desde el principio ya de por sí hacemos, y lo que les he dicho a los chavales en el vestuario es que no se vayan con la sensación de cualquiera que vea el resultado. Creo que hemos hecho mucho mejor partido de lo que el resultado dice, cuando mejor lo habíamos puesto, porque nos lo habíamos ganado con mayor posesión con uno menos y cuando mejor jugábamos para ponernos con 1-2, ha sido cuando hemos vuelto a cometer los errores que veníamos cometiendo en partidos anteriores. Cualquiera que vea el resultado puede pensar otra cosa, pero el resultado es totalmente engañoso. No le quito méritos al Espanyol, que es justo vencedor del partido, pero sí le doy la enhorabuena a mis jugadores porque han hecho todo lo que han podido y han peleado todo lo que han podido y, sin perderle la cara al partido, hemos hecho todo lo posible por ganar, pero no nos ha llegado.

¿Te preocupan esos fallos defensivos que se siguen repitiendo? Porque ha dado la sensación de que el Espanyol, con nada, ha ganado el partido.

Me preocupa en la medida de que no los arreglamos. Todos los goles son jugadas en las que podemos hacer mucho más. El contrario lo que hace es aprovecharse de esos errores y cuando los haces atrás y son gordos, te cuestan goles. El que haya visto el partido es imposible pensar que haya podido acabar 1-4, y es así, lo que quiere decir que tenemos mucho margen de mejora en ese aspecto. Parece que en algunos partidos los solucionamos, pero luego vuelven a aparecer, así que habrá que trabajar, pelear más y estar más atentos, porque es una pena que un partido que podía haber sido otra cosa, nos vayamos goleados en nuestra casa, sobre todo por deméritos nuestros y por los méritos del rival al aprovecharse de nuestros errores.

¿Con lo que hay es suficiente o habría que plantear la posibilidad...?

Un nuevo entrenador es lo que hay que plantear en el mercado de invierno. Los jugadores no tienen culpa de nada, los jugadores hacen todo lo que pueden y les estamos exigiendo el máximo, así que si el club tiene que cambiar algo será al entrenador, porque los jugadores no tienen culpa de nada.

Quitando Osasuna, el resto de equipos seguís con 12 puntos porque ninguno consiguió ganar.

No me sirve de consuelo, porque este era un partido en el que teníamos puestas muchísimas expectativas, porque era un partido que ganando se podía dar un salto muy importante y no me gusta el recurso de "como los demás no han ganado, no pasa nada", porque sí pasa, las jornadas van pasando, seguimos estando ahí abajo, en una situación que no nos gusta en absoluto. Con trabajo y sin perder la tranquilidad, jugando como lo sabemos hacer y mejorando lo que tenemos que mejorar, creo que podemos sacar esto adelante. Si el equipo no hiciera en el campo todo lo que hoy habéis podido ver, yo sería mucho más pesimista, pero con trabajo y matizando esas cosas que nos cuestan tan caro, el equipo puede estar en una situación más tranquila. Seguiremos trabajando, no nos vamos a venir abajo y la gente puede estar tranquila, porque ya estamos preparando el partido del domingo contra el Betis e intentaremos hacerlo lo mejor posible y ganar partidos que es lo que nos dará tranquilidad.

¿En ningún momento te has planteado un cambio de filosofía?

No creo que nos hagan goles por nuestra forma de jugar. Son goles porque en el fútbol se cometen errores, si no se cometieran errores no habría goles. No quiero responsabilizar ni a la defensa ni al portero, ni a los jugadores en general, el máximo responsable de lo que hay en el campo soy yo y soy el que tiene que estar por delante a la hora de cumplir mis obligaciones. Son cosas que habrá que ir matizando, no vamos a cargar las tintas sobre ningún jugador, ni sobre ninguna línea, ni mucho menos sobre la forma de jugar, porque no creo que estemos encajando goles por esa razón.

¿Se ha echado en falta a Gálvez?

No, porque nadie sabe lo que hubiera pasado si Alejandro hubiera jugado. Estábamos los que estábamos, en esa posición tenemos mucha gente lesionada, y hemos demostrado que en cuanto a resultado lo podíamos haber hecho mucho mejor, pero en cuanto al juego y la actitud estoy enormemente satisfecho con mis jugadores. No es cuestión de echar de menos a nadie, porque hemos perdido partidos similares estando Alejandro en el campo.

¿Entiendes que la afición pueda estar preocupada por el futuro del Rayo en Primera División este año?

Entiendo cualquier situación. Habrá gente que esté preocupada, otra que nos vea y confíe en nosotros por lo que ve en el campo. Lo que más me interesa es que nosotros no nos preocupemos hasta el punto de obsesionarnos o presionarnos con la situación que tiene el equipo. Lo llevamos viviendo varias semanas y seguimos trabajando para conseguirlo, no lo hemos conseguido ahora, pero tendremos una nueva oportunidad el domingo. Habrá gente que se preocupe, otra que disfrute con nuestra forma de jugar y quien piense que podemos hacerlo mejor, yo respeto todas las opiniones, pero lo que me interesa es que el vestuario siga viendo que hay potencial y que vamos a hacer todo lo posible por sacar esto adelante.

Aguirre ha dicho que el Rayo es el equipo que mejor juega con el balón en los pies, un consuelo que sirve de poco.

Cuando pierdes por el resultado que hemos perdido hoy, pocas cosas sirven de consuelo, pero se lo agradezco muchísimo porque es la base sobre la que queremos cimentar todo, jugar bien y, pese a quedarnos con diez, tener posesión de balón y querer llegar. Tenemos nuestras cosas buenas y las malas también, porque si no, no estaríamos aquí, estaríamos en el Barsa o el Madrid. Tenemos nuestras virtudes y nuestros grandes errores y la idea es no creer que somos peores que nadie, sino seguir peleando y luchando, jugando bien al fútbol, que es innegociable y esperar que con eso nos valga para sacar partidos adelante.