El Celta de Vigo y todo el Estadio de Balaídos tuvieron que rendirse a la verticalidad y la velocidad de un Lass que, con espacios tras la espalda de los laterales y centrales del Celta de Vigo, hizo diabluras convirtiéndose en uno de los destacados del encuentro de anoche.
Bien secundado por Iago Falqué en la banda contraria y por Embarba en la segunda mitad, el guineano demostró su calidad en el desborde, su velocidad y su llegada, pese a no ser capaz de rematar alguna de las jugadas que él mismo generó o que le llegaron gracias al trabajo de sus compañeros.
En la segunda parte Jémez decidió darle descanso, poniendo sobre el césped a Mojica y manteniendo en la banda derecha al joven Embarba, autor del pase del segundo gol del partido anotado por Larrivey. Jémez reconoció que Lass es un jugador "especial" capaz de "enamorarme o exasperarme, incluso en el mismo partido". El técnico franjirrojo dijo que hay que acostumbrarse a las peculiaridades de un jugador como Lass que, anoche en Balaídos, fue un auténtico puñal por la banda derecha del ataque rayista.