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El filial por fin gana y se aferra al milagro de la salvación

Escrito por Domingo, 31 Marzo 2013

    El Rayo Vallecano B consiguió derrotar al C.D. Marino (2-0) en un partido marcado por la tensión y los nervios en el que el filial vallecano se mostró más ambicioso que su rival. Los franjirrojos seguirán luchando por la salvación.

    El Rayo B consiguió esta mañana apagar momentáneamente todas las alarmas encendidas en torno a su futuro durante los meses que ha permanecido sin conseguir la victoria. La prueba de fuego ante el colista, C.D. Marino, era definitiva. Una victoria les mantenía en la lucha, mientras que una hipotética derrota les hubiera enviado casi irremediablemente a la Tercera División.

    Jose Manuel Jimeno sigue buscando con sus jóvenes jugadores prolongar la vida del filial en Segunda División B y, ante un rival que se dedicó a "no perder", consiguió una victoria que sirve de bálsamo contra los malos resultados cosechados durante una segunda vuelta para olvidar.

    Los tinerfeños del Marino, que acumulaban tres victorias consecutivas antes de su visita a la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano, plantearon un encuentro a la defensiva y a esperar un posible error de los vallecanos para lograr un gol que les permitiera prolongar su racha. Para contrarrestar el ultradefensivo sistema de los visitantes, los franjirrojos acumularon jugadores de banda para buscar las aperturas y la velocidad de sus interiores para desequilibrar el choque. Con Dani en punta, el delantero tuvo pocas opciones contra los dos centrales insulares, y con Rubén Ramiro por un costado y Perea por el otro, el Rayo B buscaba encontrar el camino de la victoria que les mantuviera en la lucha.

    El balón durante toda la primera mitad perteneció al filial vallecano, que no se desesperó ante la falta de ocasiones y que intentó imponer su fútbol de calidad. Fruto de una buena combinación llegó la jugada que sirvió para 'abrir la lata' y mejorar las perspectivas de futuro. Perea controlaba con dificultades un balón dentro del área y con la posesión perdida era golpeado por el cancerbero visitante. El colegiado señaló pena máxima. El propio Perea se encargó del lanzamiento y, aunque Alberto adivinaba su primera intención, no pudo hacer nada para detener el segundo intento. El filial se ponía por delante y abría el partido.

    En el segundo tiempo el C.D. Marino dio un paso al frente y buscó lo que no había hecho durante los primeros cuarenta y cinco minutos: inquietar a Isma. Los visitantes tuvieron mayor presencia, obligaron a retrasar posiciones a los de Jimeno y buscaron el empate. Los remates, inocentes y sin apenas peligro, confirmaron que su posición en la clasificación no es fruto de la casualidad y que los jugadores del Marino, pese a su mejoría en las últimas jornadas, son aspirantes a dejar de pertenecer a esta categoría la próxima temporada.

    Pese a la ventaja, el Rayo B no serenó sus nervios y, lejos de imponer su mayor calidad, hizo aflorar una inseguridad que pudo costarle cara. No fue así y, gracias a un tanto de Jorge Sáez, finiquitó un partido de tensión y emociones que rompe su nefasta trayectoria de resultados. El filial se mantiene en la lucha.


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