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© PXR. Vallecas, 7 Febrero 2010
El Rayo tenía claro que el de hoy era el partido del casi todo o del casi nada y al final se quedan más cerca de lo segundo que de lo primero. ___________________________________________________________________________________________
Ficha técnica:
R. Vallecano: Cobeño, Albacar (Salva, min. 15), Arribas, Cuadrado (A), Tito (A), Movilla, Michel (Rafa García, min. 53), Piti, Quero, R. Castro (A) y Aganzo (A) (Lucas, min. 60).
Cartagena: Rubén, Cygan, Txiqui, Clavero, Héctor (A)(Moreno, min. 51)(A)(R), Toché, Longás (Javier Angel, min. 74), Lafuente (Tato, min. 86), Falcón, De Lucas y Expósito (A).
Goles: 0-1. Lafuente, min. 25; 0-2. Toche, min. 30; 1-2. Arribas, min. 37; 2-2. Tito, min. 39; 2-3. Txiqui, min. 76.
Arbitro: Ceballos Silva.
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Mel volvió a dar la confianza Albacar en el lateral izquierdo, tras un leve 'retiro forzoso' dando la oportunidad a Camille, pero la apuesta se torció cuando al cuarto de hora Salva tenía que sustituir al lateral, que se retiraba lesionado.

Este primer contratiempo obligó a recomponer una línea defensiva que ya estaba en cuadro por la lesión de Coke y por la sanción de Pelegrín. Tito tuvo que colocarse en el costado izquierdo, a pierna cambiada, mientras Salva ocupaba el lateral derecho, con Arribas y Cuadrado, que sigue con su particular record de tarjetas, en el centro de la defensa.

El Rayo había iniciado el choque con la misma idea que lo había hecho en Albacete o en Córdoba y saltó al césped de un repleto Teresa Rivero a 'morder' a su rival. Los primeros quince minutos fueron de dominio local, aunque sin claras ocasiones de gol. Las incursiones de Piti por el lado izquierdo y Quero por el derecho, intentaban inquietar a la defensa murciana que con un expeditivo y seguro Cygan a la cabeza destrozaba todos los intentos de los vallecanos por llevar peligro al portal de Rubén.

Quien golpea primero, golpea dos veces

El Cartagena poco a poco fue quitándose de encima la presión del rival y con el gran trabajo de Héctor y Lafuente en el centro del campo comenzó a tener mayor presencia en campo contrario. Precisamente sería Lafuente quien, en el minuto 25, adelantó a los visitantes con un soberbio disparo desde la frontal que sorprendió a Cobeño.

Ahí el Rayo empezó a tambalearse y dio muestras de debilidad anímica, acentuada cuando un par de minutos más tarde Tito cometía un claro penalti en la frontal del área que Cobeño supo detener a Toché. Ese podía haber sido el momento del cambio definitivo en el partido, la grada se enganchó mucho más con el equipo y empezó a apretar más al rival pero el Rayo no está para muchas bromas. En la siguiente acción Toché se adelantó a su par y de toque sutil superó a Cobeño en la salida enmendando su error en el lanzmiento de la pena máxima y situando el marcador en un claro 0-2, a la media hora.

La explosión entre la numerosa y animosa hichada cartagenera fue tremenda. El partido se ponía de cara para un equipo que a base de orden, contundencia defensiva y superioridad en el centro del campo ponía tierra de por medio con un Rayo tocado y casi hundido.

Los franjirrojos, a pesar de las adversidades, tiraron de orgullo y hasta el descanso arrollaron a un Cartagena que pareció desaparecer por momentos y al que le salvó 'la campana' del descanso. El primero en golpear sería el joven Arribas que recortaba distancias con un remate de cabeza para que Tito, dos minutos más tarde, volviese a colocar las tablas en el marcador llevando el delirio al resto de la grada, que entonces sí empezó a creer en las posibilidades reales de su equipo.

El Rayo había estado contra las cuerdas pero supo levantarse y poner las cosas en su sitio. La remontada pudo incluso haberse consumado por completo si Quero no hubiera 'tocado madera' en un remate al palo contrario con el que unos minutos antes se había topado Rubén Castro. Los de Mel no tuvieron el punto de suerte necesario y se marcharon al descanso con la alegría de haber igualado el partido pero con la rabia de no haber rematado la faena.

Un nuevo remate a balón parado sentenció al Rayo

En el segundo período el Rayo fue mejor que el Cartagena pero tampoco supo encontrar el camino del gol definitivo. El equipo estaba roto, con mucha distancia entre los hombres que defendían y los que atacaban y con la única presencia de Movilla en un centro del campo que se hizo inmenso para el madrileño.

Mel estuvo rápido en la lectura del partido y sentó a Michel dando entrada a un hombre de brega y lucha como Rafa García. El conjunto franjirrojo tomó aire, refrescó ideas y pareció tener el control total sobre un partido que de desnivelarse parecía que lo haría hacia el lado local. Pero no fue así.

A falta de catorce minutos para la conclusión y tras haber dado entrada al canterano Lucas en sustitución de Aganzo, el Rayo 'regaló' el partido en un nuevo remate a balón parado. Txiqui volvía a sacar a la luz las miserias de un equipo que sufre tanto por alto como cuando no tiene el control del balón, y este problema empieza a ser exageradamente evidente.

De ahí al final el Rayo siguió intentándolo con corazón, pero se estrellaría una vez más con el orden defensivo de un Cartagena que supo sufrir el último arreón de los vallecanos. Un nuevo remate de Rubén Castro al larguero de Rubén y un posterior cabezazo de Arribas, que terminó el partido como delantero centro, fueron el fiel reflejo del quiero y no puedo de un Rayo que se aleja descaradamente del tercer puesto.
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Un sentimiento, una ilusión... ¡aúpa Rayo, aúpa campeón!