Durante la etapa de Raúl Martín Presa al frente del Rayo Vallecano han sido varios los entrenadores que han pasado por el banquillo franjirrojo, algunos con experiencia contrastada en Primera y Segunda División, otros con limitada experiencia en el fútbol profesional y tan solo un caso en el que el elegido no tenía experiencia al máximo nivel.
Desde la salida de Sandoval en su primera etapa y, tras el paso de Paco Jëmez, han pasado por Vallecas Rubén Baraja, que había dirigido al Elche en Segunda División, Iraola, que había llevado las riendas del Mirandés también en Segunda y, por último, Francisco, con experiencia en Primera División (5 temporadas) y en Segunda (4 temporadas).
Tras la destitución de Francisco, el Rayo repite la 'fórmula Míchel', un entrenador sin experiencia, con conocimiento de la casa y, en el caso del vallecano, únicamente habiendo dirigido a equipos de base. En esta ocasión, la elección de Iñigo Pérez repite patrón. Entrenador con conocimiento de la casa y del vestuario (hace unos meses era segundo entrenador con Iraola al frente), pero sin haber dirigido a ningún equipo a nivel profesional.
La experiencia con Míchel deparó la salvación del Rayo en su primer año, el ascenso en el siguiente y la destitución cuando en Primera no se dieron los resultados. Iñigo Pérez llega en Primera División con el objetivo de conseguir la permanencia de un Rayo que atraviesa una muy mala racha de resultados.