Rayo Vallecano (1):Primera parte: Alberto García, Galán, Dorado, Quique, Rat, Trashorras, Fran Beltrán, Mojica, Mena, Joni Montiel y Javi Guerra. Segunda parte: Alberto Díaz (Lucho), Espinosa, Amaya, Villalón, Alex Moreno, Cerro, Jean Jules, Santi Comesaña, Lass, Embarba y Ontiveros.
Extremadura (0): Manuel García, Aitor Fernández, Candelas, Zamora, Kike, Pardo, Marquez, Miranda, Ariam, Rubio y Montelongo.
El Rayo Vallecano no pasó del empate sin goles ante el Extremadura en su última jornada de stage en Marbella, cerrando su segunda semana de preparación en la que, a nivel de resultados, ha sumado una derrota y un empate que deja en evidencia uno de los males de este equipo: la falta de gol. Es precisamente ahí donde el Rayo necesitará alguno de los refuerzos más importantes de cara a la próxima temporada, una posición siempre demandada, cara y que, con la salida de Miku y Manucho, necesita de un hombre de calidad que asegure un buen número de goles. La llegada de Trejo puede ayudar, pero quizá no sea suficiente.
El partido de esta tarde arrancó con Joni Montiel buscando portería en dos acciones consecutivas que pudieron haber abierto el marcador, pero que se toparon con la buena intervención del portero del conjunto extremeño Manuel García. El espectacular arranque del canterano apenas tendría continuidad y con un par de intervenciones acertadas del meta Alberto a remate de los visitantes, el conjunto vallecano cumplía una primera mitad que necesitaba ser mejorada.
Para la segunda parte, Míchel cambió por completo el equipo rejuveneciendo prácticamente todas las posiciones y permitiendo que Cerro se convirtiera en el segundo jugador que se estrena este año, tras el debut de Alberto ante el Estoril. El equipo empezó con ganas, con Embarba intentando desbordar y con varias llegadas que hacían presagiar un cambio de imagen drástico del equipo. Puro espejismo. El partido decayó y, salvo una clara ocasión errada por el conjunto extremeño, y varios acercamientos vallecanos sin apenas intención y con escaso acierto se consumió un partido decepcionante y que evidenció la alarmante falta de pegada del equipo de Míchel.