Paco Jémez y sus jugadores no se cansan de hablar maravillas de la afición de Vallecas. En los partidos de casa porque su aliento incansable no les deja un respiro y les exige al máximo y en los de fuera porque exhibiciones como las de Pucela o Granada les hace sentirse orgullosos y felices. Larrivey se sorprendió de ver tantos seguidores vallecanos en las gradas de Los Cármenes. Su ánimo fue incansable.
En Granada se volvió a vivir una auténtica fiesta y el largo viaje desde Madrid hasta la ciudad nazarí tuvo el premio de la victoria y el orgullo de disfrutar de una exhibición tanto dentro como fuera del terreno de juego. La afición de Vallecas es de Primera y siempre está con los suyos, tanto en las malas como, por supuesto,... en las buenas.