PUBLICIDAD

El Rayo ofrece un recital en Anoeta y empequeñece a la Real

Escrito por Lunes, 10 Marzo 2014

    El Rayo Vallecano realizó un partido extraordinario ante la Real Sociedad y lo culminó con una victoria (2-3) basada en su fútbol y en su trabajo, generoso en el esfuerzo, que empequeñeció a los donostiarras.



    Ficha técnica:

    Real Sociedad (2):Zubikarai, Zaldúa, M. González (Canales, minuto 68), Iñigo Martínez, Jose Angel, Xabi Prieto, Elustondo, Agirretxe, Chori Castro (Griezmann, minuto 63), Rubén Pardo y Carlos Vela.

    Rayo Vallecano (3): Rubén, Arbilla (A), Zé Castro, Rat, Gálvez (A), Adrián, Saúl (A), Rochina (Jonathan Viera, minuto 80), Falque (Lass, minuto 72), Bueno (Nacho, minuto 89) y Larrivey.

    Arbitro: Alvarez Izquierdo.

    Goles: 1-0. Minuto 1. Iñigo Martínez; 1-1. Minuto 4. Larrivey, de penalti; 2-1. Minuto 45. Rubén Pardo; 2-2. Minuto 46. Bueno; 2-3. Minuto 66. Rochina.


    Recital de fútbol y entrega del Rayo Vallecano en Anoeta. El conjunto de Jémez, que acudía al choque contra la Real Sociedad con las bajas de Tito, Trashorras y Baena, ofreció un gran espectáculo para llevarse tres puntos de oro que ratifican la importante victoria ante el Valencia y que le permiten soñar con la permanencia y con evitar sufrimientos mayores, si fuera capaz de mantener el excepcional nivel ofrecido esta noche. Los vallecanos, que fueron creciendo conforme avanzaba el partido, fueron capaces de remontar por dos veces el marcador adverso logrado por los locales en momentos psicológicos.

    Los detalles y las circunstancias mataban al Rayo Vallecano en la primera mitad de su encuentro con la Real Sociedad. El conjunto de Paco Jémez, que cubrió la baja de Trashorras con Adrián y que situó a Arbilla en el lateral derecho de Tito, empezó mal el partido y, tras una buena primera mitad, lo terminó mucho peor.

    Sin apenas asentarse sobre el terreno de juego de Anoeta, una falta cometida por Arbilla daría origen al primer gol del partido. Un lanzamiento lateral de Rubén Pardo sería "peinado" por Iñigo Martínez para superar a Rubén y dejar a los defensas franjirrojos buscando culpables entre cada cara conocida que quedaba cerca. El 1-0 en el primer minuto de juego parecía el preámbulo de un paseo para una Real Sociedad que no contaba con Bravo ni Griezmann, pero que apoyaba su juego ofensivo en hombres de gran calidad como Xabi Prieto, Agirretxe, Chori Castro o Carlos Vela.

    Si el Rayo no tuvo tiempo de saborear los primeros minutos de partido y llevar el ritmo que más le convenía, tampoco pudo disfrutar de su momentánea ventaja el conjunto de Arrasate. El primer ataque del Rayo emuló al de su rival y tras un envío desde el lateral izquierdo, Larrivey caía dentro del área ante un claro empujón de Jose Angel. El delantero argentino se encargaba, en el minuto cuatro, de situar las cosas de nuevo en el sitio que más le gustaba al Rayo, desactivando por momentos la euforia local.

    A partir del empate, el partido nos ofreció dos versiones diferentes, la horizontal del Rayo chocaba radicalmente con la vertical de los donostiarras, que intentaban ganar metros y recuperar la ventaja en el marcador con fulgurantes contras, casi siempre bien paradas por el excelente trabajo colectivo de un Rayo que empezó a sentirse cómodo y que quiso reivindicar ante un grande su condición de equipo de toque y calidad. Rochina abandonaba la banda para buscar el centro, Saúl se multiplicaba en cada acción, Larrivey corría y corría presionando a los defensas locales, Falque incidía una y otra vez por su banda y los centrales, Gálvez y Zé Castro, mostraban una gran seguridad.

    El partido estaba nivelado y el Rayo seguía trabajando en bloque para dificultar la salida desde atrás de su rival. Larrivey casi controlaba un buen envío al corazón del área, pero Zubikarai, sustituto del chileno Bravo, se anticipó al delantero franjirrojo. También lo intentó Rochina con un buen lanzamiento que pasó junto al palo de la portería local, consumiendo los cartuchos de un Rayo que sufría otro revés en la última acción de la primera mitad. Rubén Pardo aprovechó un despeje mal realizado por la defensa vallecana para rematar a portería. El disparo del jugador 'txuri-urdin' tocaba en Zé Castro y superaba con mucha fortuna a Rubén. El primero y el último de los ataques de la Real Sociedad dejaban al Rayo sin premio tras una gran primera mitad.

    Recital futbolístico del Rayo en la segunda parte

    La locura del marcador de Anoeta no se reducía a lo sucedido en la primera mitad y tuvo su continuidad en el arranque del segundo período. El primer ataque rayista, con un gran envío de Rat desde el lateral derecho, supondría un nuevo empate. Zubikarai despejaba de manera desastrosa sobre un compañero, dejando la portería vacía para que Bueno únicamente tuviese que empujarla para marcar el segundo de la noche.

    El Rayo fue imparable a partir de ese instante y su segunda mitad fue un puro espectáculo de creación de fútbol, de llegadas por banda -principalmente por la izquierda con Falque y Rat-, de generosidad en el esfuerzo y de compromiso y compañerismo pleno. Larrivey avisó a la Real de las intenciones definitivas del conjunto franjirrojo al rematar a gol un nuevo envío al corazón del área, aunque en posición ligeramente adelantada. Poco después sería Alberto Bueno, que firmó una gran segunda mitad, el que probaría desde lejos a Zubikarai, que tuvo trabajo a destajo esta noche y que debió lucirse para enviar a córner.

    En pleno vendaval ofensivo del cuadro de Jémez, una magnífica jugada colectiva fue culminada por Rochina para situar el 2-3 en el marcador de un Anoeta que no se creía lo que estaba viendo. El Rayo mandaba, tocaba, templaba, se gustaba y dominaba a una Real Sociedad que tenía que limitar sus opciones a los envíos en largo, porque el rival de esta noche apenas le dejaba respirar. El esfuerzo de Saúl o Larrivey, la templanza y majestuosidad de los dos centrales, el trabajo algo más embarullado pero también efectivo de Arbilla y la aportación de Rat, eran el complemento perfecto para un centro del campo en el que Adrián cumplió, dando paso a la explosividad de un ataque que hoy encontró el premio del gol y de la victoria.

    La entrada como refresco de Lass, Viera y posteriormente, ya en los instantes finales, de Nacho, sirvió para mantener el nivel y evitar que la Real Sociedad, que ya contaba sobre el césped con jugadores como Griezmann o Canales, generase peligro. El toque siguió siendo la seña y santo de un Rayo que esta noche ha dado un puñetazo en la mesa y ha consolidado de manera excepcional las grandísimas sensaciones ofrecidas ante el Valencia, presentando su candidatura a mantenerse vivo en una liga que esta noche se ve de otro color.

    Escúchanos aquí

    SÍGUENOS EN TWITTER

    Ultimo partido

    Próximo partido

    05-05-2024 21:00