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CRÓNICA

Rayo Vallecano 2-2 Mallorca: Suspense y locura en Vallecas

El Rayo se adelantó gracias al gol de Alvaro y empató en el descuento con gol de Falcao

Escrito por Sábado, 30 Septiembre 2023

    El Rayo rescató un punto en el descuento gracias a un penalti anotado por Falcao.

    Alvaro García marcando el 1-0 ante el MallorcaAlvaro García marcando el 1-0 ante el Mallorca(c) Pasión por el Rayo

    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (2): Dimitrievski, Balliu, Lejeune, Aridane, Pacha Espino (Falcao, minuto 80), Ciss, Unai López (A) (Trejo, minuto 60), Isi, Kike Pérez (Oscar Valentín, minuto 60), Álvaro García y Camello (RDT, minuto 60) (A).

    Mallorca (2): Rajkovic, González, Nastasic, Valjent, Costa (Lato, minuto 11), Samu, Antonio Sánchez (Mascarell, minuto 62), Darder (Morlanes, minuto 85), Rodríguez, Abdón (Amath, minuto 62) y Muriqi.

    Arbitro: Melero López.

    Árbitro VAR: Soto Grado.

    Goles: 1-0. Minuto 3. Alvaro; 1-1. Minuto 44. Muriqi; 1-2. Minuto 59. Antonio Sánchez; 2-2. Minuto 97. Falcao, de penalti


    RAYO VALLECANO 2 (Alvaro García y Falcao -p-) - MALLORCA 2 (Muriqi y Sánchez)

     

    El calendario es igual para todos. Los horarios, no. La profundidad de plantillas entre unos equipos y otros no tiene nada que ver. La desigualdad de esta liga es algo a lo que ya pocos se refieren porque este 'negocio' está así montado desde hace ya una eternidad. Son lentejas... Pero siendo así, que el Rayo tuviera apenas un día para preparar el partido ante el Mallorca, que además tuviera menos tiempo de descanso que su rival y que otra vez el partido se dispute a las 16,15 horas de la tarde, dicen mucho en contra de una competición que sigue montada para ofrecer espectáculo a través de una pantalla de plasma sin importar el resto de 'detalles'. Los protagonistas no levantan la voz, son parte del 'tinglao', y al resto, aficionados y otros actores necesarios entre los que nos incluimos, únicamente nos queda el derecho al pataleo. 

    Con una introducción tan 'antideportiva' como esta me toca entrar en harina de un duelo entre rivales con aspiraciones similares y discurso idéntico. Salvar la categoría y soñar con otras metas. Así sucedió el año pasado en el que ambos equipos llegaron a las últimas jornadas de liga soñando con viajar por el viejo continente, algo que se acabó antes para los bermellones que para los vallecanos. Algo que no consiguieron ni unos ni otros.

    La temporada pasada el Rayo pinchó en hueso con el conjunto mallorquín y, ahora con Francisco en el banquillo, buscó darle la vuelta a la tortilla (aunque el ambiente era más de huevos fritos a la piedra que de cualquier otro manjar para aquellos estómagos que llegaran tarde a la fiesta del suculento menú preparado por dos equipos con armas distintas y anhelos idénticos).

    Sin tiempo para preparar el choque a conciencia, Francisco se vio forzado de nuevo a introducir ingredientes diferentes a su receta. Con la vuelta de la defensa 'titular', desapareció del centro del campo Oscar Valentín, eliminó de la ecuación a De Frutos y volvió a confiar en Kike para hacer de falso nueve. Cuatro variaciones con la vuelta de Lejeune, Unai López, Isi y Kike al once inicial. Ahora tocaba ver si la receta era lo suficientemente buena como para que el menú se le atragantara al siempre aguerrido y peleón Aguirre, técnico del Mallorca.

    Dicho y hecho porque, aunque la venganza dicen que es un plato que se sirve frío, el Rayo no quiso que nada en Vallecas se enfriara ni un grado y, lejos de contenerse, echó más leña al fuego poniendo el estadio vallecano en plena ebullición. Balón filtrado para Camello y 're-filtrado' para que Alvaro sirviese en bandeja el aperitivo. 1-0, minuto 3 y Vallecas, que ya era una caldera, se convirtió en el mismísimo infierno.

    El duelo ya tenía todo lo necesario para participar en el mejor 'reality' del fútbol nacional y, aunque sus protagonistas se pongan las mejores galas y jueguen su habitual fútbol de salón digno del mejor restaurante que uno pueda imaginar, el Estadio de Vallecas no dejará de ser nunca la mejor tasca del mundo, con el mejor menú del día que uno pueda encontrar. Y en esa tasca se sigue criticando al jefe y dueño de todo y, una vez más, volvió a atronar el 'Presa, vete ya' entre el jolgorio habitual de un escenario emblemático incluso a la hora de la siesta. Por aquí no duerme nadie, ¿quién podría?

    Entre idas y vueltas, más idas rayistas que vueltas mallorquines, el partido seguía volcado hacia campo de Rajkovic, con un Rayo bien plantado y consciente de que cualquier carrera de Camello o Alvaro podría suponer otro revés para un Mallorca que entró mal al partido o, mejor dicho, al que el Rayo no le dejó comparecer. 

    Incluso el tradicional ¡A las armas! sonó más y mejor, cosas del estado de ánimo general. Y entre cánticos y más cánticos llegábamos al icónico minuto 24 con las bufandas al viento mientras el Mallorca intentaba igualar el nivel futbolístico que el Rayo había puesto muy alto desde el primer instante. Cada recuperación rayista en el centro del campo era sinónimo de peligro y cada llegada al área 'run-run' en la grada. Y en ese lugar en el que el tiempo se detiene pero pasa volando, recuperamos el minuto de hidratación, un refresco necesario para todos. Quedaban 15 minutos de disfrute para unos y sufrimiento para otros. Tras el minidescanso avisó el Mallorca con un disparo que pasó por encima del larguero de un inédito Dimitrievski, que de nuevo buscaba un "cero" en aquello de recoger balones de dentro de su portería. De momento todo marchaba casi mejor de lo previsto.

    Los de Aguirre quisieron mostrar algo de lo que mejor saben hacer y, apoyándose en los lanzamientos largos para saltar la primera línea de presión vallecana, se apoyaron en el toque y control de Darder para inquietar. Lato, que había sustituido a Costa por lesión, puso un buen centro desde la izquierda rematado de cabeza por el 'gigantón' Muriqi. Balón a las manos de Dimitrievski y partido en modo igualdad para afrontar los minutos finales.

    Muriqi volvería a intentarlo, aunque sería Unai López el que, con un lanzamiento de falta directa desde la frontal más se iba a acercar al gol. Su golpeo se estrelló contra la cruceta de la portería de un superado y sorprendido Rajkovic que recuperaba el aliento contenido durante el vuelo del esférico hasta tocar la madera. La ventaja merecía ser mayor por presencia, contundencia y estilo, pero todo el despliegue se vendría abajo tras el gol de Muriqi, el suspense del VAR, el gol anulado y concedido y la celebración de un Mallorca que en el último suspiro igualaba el marcador. El banderín arriba indicando la posición adelantada fue corregida desde fuera del estadio y tocaba resetear e iniciar de nuevo.

    Tras el descanso, y sin cambios en ambos equipos, el Rayo mostraba músculo en la zona de calentamiento donde empezaban a trabajar Oscar Trejo, De Frutos y De Tomás, a los que poco después se sumaría Oscar Valentín. El potencial del banquillo rayista salía a relucir a la espera de ver cómo arrancaba el equipo la segunda mitad.

    El primer aviso llegaría por bando local, con Kike intentando adelantar de nuevo a los suyos tras el golpeo de Lejeune. Vallecas seguía apretando y el Mallorca seguía manteniendo el partido en la indefinición que le permitiera volver a golpear por sorpresa como ya hicieran en el primer acto. Hubo que esperar poco, porque mientras Francisco preparaba su revolución Darder se sacó de la chistera un maravilloso pase a la espalda de la defensa franjirroja para que llegase el 1-2. No era cuestión de frotarse bien los ojos para creerse lo que estábamos viendo, porque la realidad era tan cruel que había pocas dudas. 

    Con la celebración insular llegaron los recambios con la entrada de Trejo, Valentín y RDT por Camello, Kike y Unai López. Quedaba media hora de partido y el objetivo ya no era ganar, tocaba rescatar un punto perdido en dos zarpazos. Parecía demasiado pronto para que el Rayo se lo jugase a un 'todo o nada', pero por momentos así fue. Con el riesgo de una contra letal, el equipo se fue arriba y Pathé Ciss, primero con una caída dentro del área reclamada como penati, y después con un remate en el segundo palo, pudo haber logrado la igualada. 

    La intención del Rayo ya era evidente. Francisco sentó a Aridane y dio entrada a De Frutos. Más ataque y mucho más riesgo. Lejeune quiso agradecer la confianza del míster con un disparo lejano que obligó a Rajkovic a despejar junto al palo. El galo volvía a mostrar su potente disparo de larga distancia, aunque una vez más se le resistía el premio. La ofensiva ya era total y los centros al área constantes. Lo intentó RDT tras pase del Pacha Espino y después lo buscaría Balliu desde la frontal justo antes del segundo parón del partido para el refresco y la hidratación.

    Mientras las banderas seguían ondeando en el fondo del estadio vallecano, el Rayo se preparaba para lanzar todas sus naves a la batalla final. La Tasca vallecana se convirtió en el bar de los Piratas vallecanos. No quedaba otra que quemar el resto de las naves para recuperar parte o todo lo perdido. El primero en buscarlo volvería a ser Lejeune con otro de esos misiles tierra aire a los que ha acostumbrado a los locales. Su golpeo pasó cerca de la escuadra.

    Con diez minutos por delante, Francisco decidió que el equipo debía estar enfocado plenamente al ataque y sacó del campo al lateral zurdo para dar entrada a Falcao. Es decir, el equipo vallecano jugaba con Falcao, RDT, Trejo, De Frutos, Isi y Alvaro enfocados al ataque con la ayuda de Balliu por la derecha y con Oscar Valentín, Pathe Ciss y Lejeune como jugadores más 'defensivos'. De locos.

    En una contra el Mallorca pudo sentenciar, pero la galopada de Dani Rodríguez acabó con un disparo que acabó en el lateral de la red de Dimitrievski. Los de Aguirre no querían acabar sufriendo y, sabiendo que en el Rayo defender sabían pocos, buscó también sus opciones ofensivas para contrarrestar la desesperación atacante de un Rayo que quería y no podía y que se estaba quedando sin puntuar en un partido en el que hizo más de lo que parecía por el resultado, aunque en esta ocasión no le alcanzó para acabar en alegría plena. RDT sería expulsado, pero tras revisión del VAR siguió dentro del partido porque la roja se convirtió en amarilla, más jaleo para el tiempo de descuento en el que.todavía quedaban cosas que contar. 

    En una acción dentro del área hubo manos de un defensa y, tras una larga revisión del VAR, se señaló un penalti que primero no acertaría Falcao y que después sí lo haría tras repetirse porque Rajkovic se había movido de la línea de gol. El Rayo rescataba un punto in extremis en un partido de suspense y locura.


     

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