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ALCORCON 2 - RAYO 0. Crónica

Cruda realidad

Los vallecanos fueron incapaces de superar el entramado defensivo de su rival y sucumbieron en apenas cuatro minutos de desorden

Escrito por Sábado, 13 Mayo 2017

    El Rayo Vallecano perdió ante el Alcorcón (2-0) en un partido en el que los franjirrojos no encontraron el camino para hacer daño a un rival necesitado de puntos, que jugó mejor sus opciones.

    A.D. ALCORCÓN 2 - RAYO VALLECANO 0


    Ficha técnica:

    A.D. Alcorcón (2): Dimitrovic, David Navarro, Toribio, Pablo Pérez (Iván Alejo, minuto 67) (R), Alvaro, Bellvis, Unai, Carbonell (Víctor Pérez, minuto 71), Nelson, Marko (Razvan, minuto 89) y Owona.

    Rayo Vallecano (0): Gazzaniga, Quini, Amaya (A), Pablo Iñiguez, Alex Moreno, Trashorras, Baena (Manucho, minuto 67), Fran Beltrán, Embarba, Ebert (Lass, minuto 77) y Javi Guerra (Miku, minuto 67).

    Arbitro: Díaz de Mera

    Goles: 1-0. Minuto 79. Iván Alejo; 2-0. Minuto 83. Víctor Pérez.


    El Rayo Vallecano se topó de bruces con la realidad, con la de la clasificación, con la del fútbol, con la de un rival necesitado que jugó mejor sus cartas y con la de una situación complicada de la que no consigue escapar. Los pupilos de Míchel, que llegaban al derbi contra el Alcorcón pensando que una victoria les dejaba casi resuelta la papeleta, fueron incapaces de superar el entramado defensivo de su rival, vulgarizándose y convirtiéndose en un equipo tan previsible como poco inquietante. Los alfareros, que parecían conformarse con un punto, se encontraron con tres y consiguen respirar por méritos propios, manteniendo a los vallecanos en una pelea de la que no consiguen salir.

    El cuadro franjirrojo volvió al planteamiento que tan buenos resultados diese ante el Levante, pese a la ausencia del fútbol vistoso y efectivo que le gusta a su técnico. Míchel colocó a Ebert en lugar de Aguirre, que en esta ocasión se cayó de la convocatoria, volviendo a confiar en Gazzaniga para defender la portería. Fran Beltrán alternó zona interior con Baena (en ocasiones ocuparon los mismos espacios, dificultando las opciones más que abriendo nuevas vías de escape) y con Ebert por un lado y Embarba por el contrario, intentó abrir alguna grieta en el muro defensivo de un Alcorcón que jugó con cinco defensas y cuatro centrocampistas, dos de ellos prácticamente incrustados delante de los centrales para evitar la movilidad de los hombres de ataque del Rayo. Con un equipo tan defensivo enfrente, Javi Guerra no tuvo ni una sola oportunidad para generar peligro dentro del área y las llegadas por banda eran escasas y poco peligrosas. El Rayo, que tenía todo el balón del mundo, veía cómo se le apagaban las luces en un túnel tan poblado de personal que le impedía incluso respirar.

    Trashorras tenía mucho balón, pero apenas sabía qué hacer con él, y los mencionados Beltrán y Baena bastante tenían con no estorbarse como para pensar en cualquier otra situación. Ante tanto atasco, el plan b del Rayo se limitó a los lanzamientos de los centrales desde atrás buscando la banda contraria, pero ni por esas. El partido fue malo en general y tanto unos como otros parecían encaminados a un empate sin goles que parecía contentar más a los locales, mucho más presionados en la clasificación, que a los visitantes, que llegaban con más holgura al derbi. Dimitrovic tardaba una eternidad en poner el balón en juego, como anticipando lo que finalmente sucedería, y el Rayo pareció confiarse ante un equipo que ni creaba peligro, ni buscaba más pelea que unas contras que casi nunca llegaban a buen puerto.

    La segunda mitad no cambió el escenario. El Rayo tenía el control del juego mientras el Alcorcón se dejaba querer y parecía no tener intención alguna de desprotegerse y provocar cualqueir situación de peligro en las inmediaciones de su área. Así de plácido parecía transcurrir el encuentro para un Rayo que siguió sin ver ningún hueco por el que hacer daño, sin encontrar pases interiores, sin ganar por banda y, por supuesto, sin rematar a portería para provocar alguna duda entre los locales. El conjunto amarillo siguió como si el duelo no fuese con él, limitándose a tímidos destellos que finalizaron en un fogonazo que cegaría definitivamente al Rayo. Iván Alejo, a falta de diez minutos para el final, conseguiría adelantar a los suyos convirtiéndose en el principal protagonista del tramo final del partido. El 1-0 dejó fríos a los vallecanos que, incluso tras la expulsión del propio Alejo por una dura entrada sobre Trashorras, no supieron reaccionar.

    Contra diez, y en la siguiente acción tras la expulsión, el Rayo defendió mal una contra del Alcorcón. Víctor Pérez sentenció apenas cuatro minutos después del primer tanto un partido en el que el Rayo no estuvo bien, no supo hacer una buena lectura de la situación, dejando para mañana lo que bien pudo haber hecho hoy. La realidad les devuelve a una situación que, sin ser tan angustiosa como la de meses atrás, devuelve dudas al presente más inmediato.

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