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MALLORCA 2 - RAYO VALLECANO 1. Crónica

Nuevo bochorno lejos de Vallecas

Los franjirrojos mejoraron en la segunda mitad pero fueron incapaces de dar la vuelta al marcador

Escrito por Domingo, 12 Febrero 2017

    El Rayo Vallecano cayó derrotado (2-1) ante el Mallorca tras una lamentable primera mitad en la que el equipo vallecano fue la sombra de lo que se espera de un aspirante a la salvación.

     

    Ficha técnica:

    R.C.D. Mallorca (2): Cabrero, Campabadal, Yuste, Rayillo, Angeliño, Juan Domínguez, Sasa, Culio (Salomao, minuto 73), Moutinho (James, minuto 68), Lago Junior y Brandon (Saúl García, minuto 89).

    Rayo Vallecano (1): Gazzaniga, Alex Moreno, Amaya (A), Dorado (A), Quini, Baena (A) (Fran Beltrán, minuto 45) (A), Jordi Gómez, Embarba, Diego Aguirre (Javi Guerra, minuto 66), Comesaña (Toni Dovale, minuto 45) y Manucho.

    Arbitro: De la Fuente Ramos.

    Goles: 1-0. Minuto 15. Lago Junior; 2-0. Minuto 20. Culio, de penalti; 2-1. Minuto 47. Alex Moreno.


    Bochornoso y lamentable, así fue el arranque del Rayo Vallecano en uno de esos partidos catalogados como 'finales', que volvieron a demostrar la falta de carácter, intensidad, agresividad y orgullo de un equipo que ofreció una imagen más acorde a categorías inferiores del fútbol español, que la que se supone de un conjunto enfrascado en la lucha por sobrevivir en el fútbol profesional. Lo de del ascenso, visto lo de hoy, es pura quimera y un insulto para el resto de competidores de una liga en la que hay máxima igualdad, salvo cuando el Rayo decide aparecer como si la fiesta no fuera con él.

    Así ocurrió hoy en unos primeros cuarenta y cinco minutos escandalosamente nefastos de los de Baraja, que no fue capaz de reconducir a los suyos hasta que tras el descanso decidió dar entrada a Fran Beltrán para oxigenar un centro del campo que persiguió sombras durante el primer período. Lo peor, la imagen de desidia, desgana y falta de intensidad de un equipo abocado a luchar por no descender a Segunda División B que, ante un rival directo en su lucha por la supervivencia, vio como literalmente le pasaban por encima a base de correr, pelear, luchar y trabajar más y mejor.

    Baraja había decidido que hoy era un buen día para dar continuidad al bloque que la semana pasada derrotó al Almería con más intensidad que fútbol. Repitiendo el mismo once, el técnico franjirrojo esperaba que los suyos, aunque fueran incapaces de ser dueños del partido, al menos mordiesen lo suficiente como para impedir que el Real Mallorca, apremiado también por la clasificación, fuera capaz de acercarse con peligro al portal defendido por Gazzaniga. Se equivocó.

    El Rayo salió totalmente desconectado, apagado, gris y falto de la intención que se le supone a un aspirante a quién sabe qué. El atasco mental de los franjirrojos bloqueó sus piernas y, sin cabeza ni físico, el equipo se derrumbó para no levantarse ni con los goles en contra de un Mallorca que se limitó a aprovechar la 'empanada' de su rival. El primero sería Lago Junior, aprovechando un error de Amaya en la salida del balón, para empezar a sonrojar a un equipo desquiciado y sin personalidad. El central, intentando combinar con el centro del campo, dejaba un balón blandito aprovechado por Brandon para, encontrando a Junior en el espacio libre, adelantar a los bermellones al cuarto de hora. El Rayo tenía que remar de nuevo contracorriente, aunque esta vez lo haría sin timonel, sin tripulación y, si apuramos, sin barco.

    Cinco minutos después y sin que el Rayo hubiera despertado de su letargo, una bonita combinación entre Angeliño, Lago Junior y Culio finalizaría con penalti cometido por Baena, con tarjeta para el centrocampista y con el segundo gol para los mallorquines que, entonces sí, empezaron a ver cómo el partido ya tenía la pinta que ellos esperaban. El Rayo era un esperpento de equipo que, con problemas defensivos, con dificultades en la generación de juego y sin rematar una sola vez sobre la portería de Cabrero, finalizó una primera parte de escándalo en el Iberostar.

    Para el segundo tiempo, Baena decidió mover el equipo y al menos consiguió que lo que había sido un auténtico monólogo bermellón terminara igualándose e, incluso, casi mejorándose por momentos. A este cambio contribuyó el tempranero gol anotado por Alex Moreno a pase de un Toni Dovale que se estrenaba con asistencia en su primera aparición con la franja. El cabezazo de Moreno, que no pudo detener Cabrero, aportó al equipo la fuerza y la intensidad que no había ofrecido en los primeros cuarenta y cinco minutos.

    Desde ese instante el choque cambiaría de aires y el Rayo empezaría a jugar durante más minutos en campo contrario. Con más movilidad y con mejor criterio, los franjirrojos mantuvieron a raya a un Mallorca que ya no jugó con tanta seguridad y superioridad como había ocurrido hasta entonces. Fran Beltrán, que durante la semana había jugado con la selección sub-19, se convirtió en el eje sobre el que giró la recuperación del fútbol vallecano. Su presión y sus ganas contagiaron al resto de integrantes franjirrojos, que dieron un paso al frente para hacer pensar que la igualada era posible. El juego se volcó hacia la banda izquierda, en la que Alex Moreno siguió doblando a Diego Aguirre para terminar buscando a un Manucho que apenas tuvo ocasiones para 'rascar bola'.

    La entrada de Javi Guerra, moviendo a Embarba a la izquierda y con dos referencias ofensivas, tampoco aportó el resultado que Baraja esperaba para culminar la mejoría del juego mostrada por un equipo que, tras su lamentable puesta en escena, sería incapaz de sumar en su duelo con un rival directo por evitar el descenso. La visita del Mirandés el próximo fin de semana volverá a convertirse, muy a pesar de todos, en una nueva final por la permanencia en Segunda División. Lo de hoy, para olvidar.

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